SE VEÍA VENIR

Olimpo minimiza su racha con un papelón

Cuando, no pocas veces, hemos criticado actitudes de la “dirigencia” olimpiense (¿antes?, Ledo; ¿después?, Zabaloy; ¿ahora?, no sabemos quién), no podíamos errarle por mucho. Reconociendo, eso sí, que lo hecho, en muchos aspectos, por Jorge Eduardo Ledo, past presidente, devenido ahora en candidato para volver desde la postulación “oficialista”, raya en algo de lo mejor que podía haberse realizado. Para ejemplo, dos episodios relevantes: el aurinegro en Primera A, subiendo y bajando, pero en la máxima divisional del fútbol argentino; y el Carminatti “aggiornado”, a la altura de las circunstancias.
Eso, que es positivo, no hizo que no viéramos cómo se decía una cosa y se hacía otra.
Ahora, en medio de un confuso panorama pre electoral (el 15 de noviembre, dicen, se renovará la comisión directiva), han salido a relucir las defectos que antes se mantenían cuanto menos ocultos para la gran mayoría.
Los atrasos en los pagos a los jugadores no pudieron disimularse demasiado. Y eso le costó, por caso, a Jorge Martínez, su separación del elenco profesional, cuando era un aporte gravitante en la categoría de ascenso y esta incursión olimpiense, versión 2008/2009.
A nadie se le escapa que Daniel Florit ha tenido, por estas horas, por ese hecho y alguno más, no pocos disgustos.
Y este jueves (16), la cosa hizo crisis, notoriamente. El plantel profesional decidió no viajar a Buenos Aires para cumplir, este sábado (18), con el compromiso que marca la undécima fecha del certamen de la Primera B Nacional, desde las 15.30, ante All Boys.
¿El motivo?: el cumplimiento de la promesa dirigencial de pagar lo adeudado. A partir de esa decisión se sucedieron alternativas que, de no ser tan graves, moverían a la sonrisa irónica.
Valga una como muestra: se dijo que el plantel fue “invitado” a concurrir a la sede para que se le mostrase el mail recibido desde Méjico, en el que se indicaba que ya fue girada la esperada cuota por el pase de Federico Mancinelli.
Se conoció, también, que algunos jugadores habrían sido anoticiados que para ellos estaba listo el pago (no para todos), lo que derivó en que “los que cobrarían” se solidarizaran con quienes no recibirían su dinero, haciendo causa común.
Andando las horas se supo que el técnico Daniel Florit (que no participó de un asado preparado para el mediodía por los jugadores, retirándose a su domicilio) esbozaba, junto a Marcelo Escudero y Horacio Kadour, el listado de eventuales 18 viajeros, preferentemente juveniles, para que se trasladaran a Buenos Aires, por vía terrestre, a partir de la medianoche.
Sobre las 8 de la noche, en un reportaje radial, el adiestrador se reconoció “confundido” por la situación imperante.
Así las cosas, avanzó la noche, en medio de versiones contradictorias. Porque se habló de la posible presencia futbolistas con primer contrato; se dijo que Jorge Martínez estaría dispuesto a jugar; y como esos, otros trascendidos, algunos poco creíbles; otros añadiendo más dudas. Y, en general, muy pocas variantes alentadoras.
Cuando el equipo podía hacer gala de su mejor momento deportivo en el torneo, la posibilidad de una frustración se hacía cada vez más ostensible.
Y eso no era todo: crecía la incertidumbre sobre el “después”, pensando en el lunes (20) como principio de un futuro incierto.
Porque, la principal incógnita se hacía notoria: ¿cómo quedará la relación interna del plantel; el vínculo entre el técnico (marcadamente disgustado) y los jugadores; y de éstos con el nivel dirigencia?. Demasiados interrogantes sin respuesta.
Todo, eso sí, con visos de papelón, inusual en Olimpo. ¿O será que en otros tiempos, no tan lejanos, la cosa se escondía debajo de la alfombra?. Extraña dualidad. En fin, situación inequívocamente difícil.