FINAL AURINEGRO A TONO CON UNA TEMPORADA PARA EL OLVIDO

Cierre con derrota (ante Quilmes, 2 a 0) y pronóstico desalentador.

Se terminó lo que se daba, para Olimpo, en esta olvidable fracción de la temporada 2008/2009, en su muy pálido retorno a la Primera B Nacional que lo vio campeón, en aquel recordado diciembre de 2001, y nuevamente, ganando Apertura y Clausura, después de su primer descenso, tras estar ven la categoría de elite del balompié argentino.
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Nada es casual y ya hemos expresado hasta el hartazgo, contra la respetable opinión de los “perioledistas” que parecen abundar por la ciudad, que la pobrísima campaña aurinegra (ubicación duodécima que no puede desmentirse) es consecuencia, lisa y llanamente, de las falencias dirigenciales, acentuadas tras el alejamiento del ahora retornado presidente de la institución de calle Sarmiento 52.
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Se manejaron mal las cosas; llegó el descenso; y fue peor el remedio que la enfermedad, si de soluciones se trata. El relevante habló mucho e hizo poco bien. Como muestra cierta, la contratación de refuerzos; y no poca suficiencia, sobre todo, puesta de manifiesto para echar, siempre, las culpas a otros.
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Cuando tras paupérrimo comienzo se dio vuelta la cosa (seis triunfos en serie), en pleno proceso pre eleccionario, se forzaron las situaciones para desembocar en un paro de los profesionales. El DT apeló -¿qué otro remedio le quedaba?- a los juveniles, que hicieron un papel decoroso ante All Boys. Pero se dejó abierta la puerta a los fracasos posteriores. Y sólo un triunfo, en Comodoro Rivadavia, ante la CAI, intentó disimular un cuadro de situación que por allí (no pocos, con intereses creados) procuraron minimizar.
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No hubo caso y el cierre, ante Quilmes (2 a 0 en contra), este último sábado (13), se puso en evidencia marcadamente el mal momento olimpiense. Sin atacantes que pongan la pelota donde corresponde (el arco rival), como lo hacía el “Zungui” Blanco, el equipo no tiene futuro. Y está corriéndose el riesgo, si no vienen refuerzos acordes a la necesidad que genera la segunda rueda, de provocar el fracaso de algunas prometedoras figuras más jóvenes, más encasilladas en lo que puede considerarse impropiamente “local”.
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Ya se habla del alejamiento de Emiliano Dudar; se insiste en la aspiración de Mauro Olivi de acceder a otras posibilidades mayores (bien es cierto que su nivel ha ido empobreciéndose con el avance del torneo recién concluido en su primera ronda); y se mencionan alejamientos en bloque: Federico Martínez (no jugó nunca); Jorge Martínez; Jorge Cervera; Facundo Diz; Carpinello, Sebastián Malandra e incluso Ezequiel Amaya y Marcelo Barreña. Algunos de ellos, por otra parte, ya no están Cervera y el misionero Martínez, además de Carrizo, al margen de la forma en que se haya producido su desvinculación.
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Con ese panorama y tras la derrota, Olimpo se fue al receso. Volverá su diezmado plantel, dicen, el 5 de enero, para ir a Monte Hermoso entre el 7 y el 17 del primer mes del año nuevo.

¿Con qué elementos iniciará Daniel Florit la pretemporada?, es una incógnita. Hay quienes, como si fuera poco, dudan que el respaldo al adiestrador se prolongue al según do ciclo de la temporada, porque así como van las cosas pueden hacerle pagar los platos que rompió otro.
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Está flotando en el ambiente, cuando ya no hay pelota circulando, el clima que precedió a la crisis y que se prolongó después del paro. A otro con la declamación sobre que todo está bien. Y, por lo demás, el retorno dirigencial no parece haber llegado con soluciones en la mano. Se fue dejando el barco a la deriva. No parece en condiciones de reencausar el rumbo. Al menos, por cuanto se sabe concretamente. Si las voces que dejan traslucirse tienen siempre los mismos pregoneros, ¡mala fariña!. Telón, para un olvidable 2008 en el fútbol de Olimpo. ¿Otra vez será?.

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Daniel Florit: ¿le tocará otra vez bailar con la más fea?.