BARRACAS SE ACERCA AL BÁSQUETBOL

Trabajará con una escuela, mientras le da forma al piso flotante de su gimnasio. Volvería a la Asociación Bahiense.

No es la primera vez que algún medio menciona, o hace hablar, a Jaime Linares en su condición de ex deportista o, si acaso, de dirigente deportivo.

El tema es que, por su notoriedad política, no pocas veces se ha recordado su pasado basquetbolístico, mediocre si cabe la calificación, vinculándolo con Barracas Central, muy lejos del esplendor de “El Bosque”, que ocupó “letras de molde” en los ’50 (fue campeón del ’58) y se extendió por principios de los ’60 (ganó el título del ’63).

Por esos tiempos, uno recuerda formaciones de alto nivel, con Serrano, los Albizu, García Pereyra, Hernández, Maisterrena, y transitoriamente Olariaga, en el primer caso; y los jóvenes (Pozuelos, Cavalli, Torno, Botín y Chicharro) junto al legendario Dardo Albizu, en el segundo título.

Después llegaron otras épocas, muy distantes en logros (Linares ha recordado un título, pero del ascenso de tercera a segunda división, allá por fines de los ’709), que antecedieron al ocaso y el retiro del albiazul, transitando los ’80.
Camino de los 80 años (que cumplirá el 15 de agosto venidero), Barracas parece encaminarse a su retorno. Lo cual es de por sí saludable.

Por principio, está instalándose el piso flotante, en el gimnasio que por años albergó a una cancha de fútbol 5. Y se anuncia una escuela de básquet, que contará con la dirección de David Jakowsky, que es reconocido por su tarea en categorías formativas.

Según ha dicho el presidente del club, se apunta a un trabajo con escuelas cercanas (la número 5; la número 67; e incluso la de la Pequeña Obra). También, en aguardo de participar de las competencias oficiales (no será este año, porque las menores comienzan en marzo y para entonces no tendrá la estructura necesaria), Barracas haría su “previa” con entidades amigas.

El primer paso parece estar dándose bien. Se habla de acercar gente de otras épocas (parece extraño, porque a algunos “barraqueños de alma” no les permitieron entrar hace pocos años a una reunión para “revivir” un club que no existía sino en los papeles). Pero por aquello de “lo pasado, pisado”, preferimos abrir una puerta a la esperanza y ver al “viejo bosque”, al que siempre quisimos y por el que sentimos todo el fervor deportivo, jugando otra vez básquetbol. Como en aquellos tiempos

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El afiche que promociona la escuela de básquetbol. «El Bosque vuelve», anuncia. Ojalá sea pronto...