EL BÁSQUETBOL Y SUS PORMENORES
De una deslucida entrega de premios. El discurso de siempre. Y la necesidad de un cambio. Un anuncio que no se hizo. Un recambio que se hace imperioso. ¿Postulables?.
Es cierto que, como es casi una tradición, hay receso en la Asociación Bahiense de Básquetbol. Esto ocurre pasada la entrega de premios que, en coincidencia con su aniversario, la entidad rectora del deporte de los cestos hizo en el Bahía Blanca Plaza Shopping, el segundo lunes de este primer mes del año 2010 (el 11).
Aún así, y cuando ya pasaron virtualmente dos semanas de ese deslucido “acontecimiento”, es bueno volver sobre el tema. ¿Por qué?. Porque nada sucede así porque sí. Todo efecto es consecuencia de una causa. Y en materia de la ABB, por supuesto que siempre hay tela para cortar.
Una fuente confiable, por su cercanía con la actividad, nos contó en su momento algunas sensaciones experimentadas en ocasión de esa entrega de premios, muy cercana, por lo demás, a la “fiesta del básquetbol” que había tenido lugar, esa sí con bombos y platillos, en una reconocida disco de la ciudad (sí, “Chocolate”).
“Concurrí al shopping y pude apreciar un espectáculo triste y falto de energía, sin gente y, lo peor, con la casi nula presencia de los jugadores”, nos apuntaba, añadiendo, respecto de ausencias notorias, que “varios de ellos eran acreedores de un premio o distinción”.
El trofeo al mejor jugador de primera división (Juan Pablo Morán) lo recibió la abuela; el de la revelación de primera división (un chico de Argentino), lo recibió un dirigente; y así con algunos otros, citaba el informante.
Estas reflexiones merecen algunas consideraciones extras, que no está mal formular, a propósito de esa ceremonia, que debiera ser una coronación del año de esfuerzos de los deportistas.
Por caso, se aprecia que el recinto del shopping cumplió su ciclo; ahora habría que buscar otro ámbito para la ceremonia; y hasta no estaría del todo mal el cambio de fecha (después de la fiestas y en plenas vacaciones, no “convoca” la actual).
Cuando, en la “ceremonia”, el veterano presidente de la asociación estaba hablando, en el mismo piso y a pocos metros del escenario, había gente “haciendo cola”, para entrar al cine; y charlando entre sí, mientras otros estaban conversando y tomando algo en los lugares de los que se dispone (siempre en el mismo piso). Entonces, las palabras del dirigente se escuchaban poco y, para peor, según una fuente, “no sonaban atractivas”.
Desmenuzando algunos hechos, gente que tiene que ver con la cosa ha apuntado que es mala época para la premiación y que, además, faltan incentivos para que la gente concurra.
Por si eso fuera poco, siempre suele escucharse el mismo discurso, de parte del mandamás de la ABB: con todo respeto por los nombrados, insiste en hablar, nada más, que Fruet, Cabrera, De Lizaso, Ginóbili, Montechia y Sánchez. Nadie discutiría esas menciones (siempre justificadas) y pocos se opondrían al uso reiterado del slogan de la “capital del básquetbol”. Aún así, “suena” demasiado reiterativo y poco convincente. Nunca una mención para otras figuras que dieron lustre al baloncesto bahiense (quizás más en lo lugareño y sin tanta proyección); tampoco un estímulo para los clubes más chicos, que hacen un gran esfuerzo y que, ¿por qué no?, alguna vez desearían ser reconocidos, aunque más no fuere con alguna palabra de aliento.
Si algún poco interés contenía, pese a todo, el acto del pasado 11, significó otra cierta frustración. Había trascendido que aprovechando la ocasión (y después de anticiparlo en algún reportaje radial) el presidente de la ABB anunciaría su definitivo retiro del cargo, en marzo próximo, cuando llegue el turno de la asamblea anual. Sin embargo, lo esperado no se dio y no hubo mención alguna respecto del esperado alejamiento del dirigente.
Con cierta ironía, para nada disimulada, un allegado comentó: "bueno si me lo piden me quedo, pero es el último periodo como presidente". Aludía así a cuál sería la actitud del “presi” cuando llegue el momento de la renovación.
A propósito, se sabe que en una reunión de dirigentes (por el tema aranceles de los árbitros) se “habrían tirado nombres”. No trascendieron quiénes son, pero habría una tibia intención de nominar a alguno de ellos para el necesario recambio que debería producirse el 5 de marzo venidero.
Se supo sí que, respecto de dos eventuales postulables, estaría cierta intención de Federico Susbielles de “meterse” en la ABB. Ya lo está respecto de la Fiesta Nacional del Básquetbol, como es notorio. Iría por más…
Es cierto que, como es casi una tradición, hay receso en la Asociación Bahiense de Básquetbol. Esto ocurre pasada la entrega de premios que, en coincidencia con su aniversario, la entidad rectora del deporte de los cestos hizo en el Bahía Blanca Plaza Shopping, el segundo lunes de este primer mes del año 2010 (el 11).
Aún así, y cuando ya pasaron virtualmente dos semanas de ese deslucido “acontecimiento”, es bueno volver sobre el tema. ¿Por qué?. Porque nada sucede así porque sí. Todo efecto es consecuencia de una causa. Y en materia de la ABB, por supuesto que siempre hay tela para cortar.
Una fuente confiable, por su cercanía con la actividad, nos contó en su momento algunas sensaciones experimentadas en ocasión de esa entrega de premios, muy cercana, por lo demás, a la “fiesta del básquetbol” que había tenido lugar, esa sí con bombos y platillos, en una reconocida disco de la ciudad (sí, “Chocolate”).
“Concurrí al shopping y pude apreciar un espectáculo triste y falto de energía, sin gente y, lo peor, con la casi nula presencia de los jugadores”, nos apuntaba, añadiendo, respecto de ausencias notorias, que “varios de ellos eran acreedores de un premio o distinción”.
El trofeo al mejor jugador de primera división (Juan Pablo Morán) lo recibió la abuela; el de la revelación de primera división (un chico de Argentino), lo recibió un dirigente; y así con algunos otros, citaba el informante.
Estas reflexiones merecen algunas consideraciones extras, que no está mal formular, a propósito de esa ceremonia, que debiera ser una coronación del año de esfuerzos de los deportistas.
Por caso, se aprecia que el recinto del shopping cumplió su ciclo; ahora habría que buscar otro ámbito para la ceremonia; y hasta no estaría del todo mal el cambio de fecha (después de la fiestas y en plenas vacaciones, no “convoca” la actual).
Cuando, en la “ceremonia”, el veterano presidente de la asociación estaba hablando, en el mismo piso y a pocos metros del escenario, había gente “haciendo cola”, para entrar al cine; y charlando entre sí, mientras otros estaban conversando y tomando algo en los lugares de los que se dispone (siempre en el mismo piso). Entonces, las palabras del dirigente se escuchaban poco y, para peor, según una fuente, “no sonaban atractivas”.
Desmenuzando algunos hechos, gente que tiene que ver con la cosa ha apuntado que es mala época para la premiación y que, además, faltan incentivos para que la gente concurra.
Por si eso fuera poco, siempre suele escucharse el mismo discurso, de parte del mandamás de la ABB: con todo respeto por los nombrados, insiste en hablar, nada más, que Fruet, Cabrera, De Lizaso, Ginóbili, Montechia y Sánchez. Nadie discutiría esas menciones (siempre justificadas) y pocos se opondrían al uso reiterado del slogan de la “capital del básquetbol”. Aún así, “suena” demasiado reiterativo y poco convincente. Nunca una mención para otras figuras que dieron lustre al baloncesto bahiense (quizás más en lo lugareño y sin tanta proyección); tampoco un estímulo para los clubes más chicos, que hacen un gran esfuerzo y que, ¿por qué no?, alguna vez desearían ser reconocidos, aunque más no fuere con alguna palabra de aliento.
Si algún poco interés contenía, pese a todo, el acto del pasado 11, significó otra cierta frustración. Había trascendido que aprovechando la ocasión (y después de anticiparlo en algún reportaje radial) el presidente de la ABB anunciaría su definitivo retiro del cargo, en marzo próximo, cuando llegue el turno de la asamblea anual. Sin embargo, lo esperado no se dio y no hubo mención alguna respecto del esperado alejamiento del dirigente.
Con cierta ironía, para nada disimulada, un allegado comentó: "bueno si me lo piden me quedo, pero es el último periodo como presidente". Aludía así a cuál sería la actitud del “presi” cuando llegue el momento de la renovación.
A propósito, se sabe que en una reunión de dirigentes (por el tema aranceles de los árbitros) se “habrían tirado nombres”. No trascendieron quiénes son, pero habría una tibia intención de nominar a alguno de ellos para el necesario recambio que debería producirse el 5 de marzo venidero.
Se supo sí que, respecto de dos eventuales postulables, estaría cierta intención de Federico Susbielles de “meterse” en la ABB. Ya lo está respecto de la Fiesta Nacional del Básquetbol, como es notorio. Iría por más…
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