DE LA MANO DE LA HISTORIA, LA CREMA SE FUE GANADOR
Atlético Rafaela le quitó el invicto al Carminatti: 2 a 0 ante Olimpo.
La historia manda. Y está claro que, salvo excepciones, es así.
Hasta este domingo (14), con sol pero ventoso por demás, La Crema llevaba 12 victorias contra 6 del aurinegro; y registraba 4 empates. Señalaba 39 goles para los santafesinos y 27 para los bahienses.
Después de los 90 minutos jugados por la vigésimo séptima fecha de la Primera B Nacional, la estadística marca 13 triunfos para la visita; con 41 goles a su favor.
Pero hay algo más. Olimpo, que cayó 2 a 0, perdió el invicto en su estadio, en el que conservaba 13 fechas sin derrotas, con 8 conquistas y 5 igualdades.
¿Qué dirá Omar De Felippe?, que ignoró la realidad, en el receso y no quiso refuerzos (o los minimizó confiando en “el trabajo de pretemporada”). ¿Se animará Jorge Ledo, el mandamás que todo lo sabe y lo hace bien, a esbozar alguna queja que deje mal parado a los demás y no a él?.
Martín Zbrun, a los 5 minutos; y Matías Gigli, a los 25 del complemento, se encargaron de decretar el claro triunfo de Atlético Rafaela en el Carminatti.
Hubo claras diferencias: gruesas lagunas en la defensa; y eficacia cero en ataque, contribuyeron, en la precariedad de Olimpo, a hacer realidad la superioridad cremosa, inocultable, frente al desorden aurinegro.
Alguna declaración del capitán (Laureano Tombolini) desnudó que algo pasa por la cabeza del plantel. Algo que no es bueno, como para sumarse a las carencias ya conocidas. Domingo Omar Zalazar y Víctor Hugo Gómez con más el ausente Lucas Concistre no alcanzan, para nada, a disimular la soledad en la que se mueve Alejandro Delorte, todo voluntad, pero condenado al fracaso, pese a su esfuerzo. Y no es culpa suya.
Olimpo, que ha perdido demasiado ya en los desquites, no tiene recursos humanos para resolver su mal momento. Y utiliza mal aquellos de los cuales dispone.
Le aguardan dos viajes, para jugar, el lunes 22 con San Martín, en San Juan; y el domingo 28, con Gimnasia, en Jujuy.
Si no repunta, si no sale de su bajón, el sueño del ascenso empezará a diluirse. Y no habrá que rastrear demasiado para encontrar los culpables.
La historia manda. Y está claro que, salvo excepciones, es así.
Hasta este domingo (14), con sol pero ventoso por demás, La Crema llevaba 12 victorias contra 6 del aurinegro; y registraba 4 empates. Señalaba 39 goles para los santafesinos y 27 para los bahienses.
Después de los 90 minutos jugados por la vigésimo séptima fecha de la Primera B Nacional, la estadística marca 13 triunfos para la visita; con 41 goles a su favor.
Pero hay algo más. Olimpo, que cayó 2 a 0, perdió el invicto en su estadio, en el que conservaba 13 fechas sin derrotas, con 8 conquistas y 5 igualdades.
¿Qué dirá Omar De Felippe?, que ignoró la realidad, en el receso y no quiso refuerzos (o los minimizó confiando en “el trabajo de pretemporada”). ¿Se animará Jorge Ledo, el mandamás que todo lo sabe y lo hace bien, a esbozar alguna queja que deje mal parado a los demás y no a él?.
Martín Zbrun, a los 5 minutos; y Matías Gigli, a los 25 del complemento, se encargaron de decretar el claro triunfo de Atlético Rafaela en el Carminatti.
Hubo claras diferencias: gruesas lagunas en la defensa; y eficacia cero en ataque, contribuyeron, en la precariedad de Olimpo, a hacer realidad la superioridad cremosa, inocultable, frente al desorden aurinegro.
Alguna declaración del capitán (Laureano Tombolini) desnudó que algo pasa por la cabeza del plantel. Algo que no es bueno, como para sumarse a las carencias ya conocidas. Domingo Omar Zalazar y Víctor Hugo Gómez con más el ausente Lucas Concistre no alcanzan, para nada, a disimular la soledad en la que se mueve Alejandro Delorte, todo voluntad, pero condenado al fracaso, pese a su esfuerzo. Y no es culpa suya.
Olimpo, que ha perdido demasiado ya en los desquites, no tiene recursos humanos para resolver su mal momento. Y utiliza mal aquellos de los cuales dispone.
Le aguardan dos viajes, para jugar, el lunes 22 con San Martín, en San Juan; y el domingo 28, con Gimnasia, en Jujuy.
Si no repunta, si no sale de su bajón, el sueño del ascenso empezará a diluirse. Y no habrá que rastrear demasiado para encontrar los culpables.
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