REFLEXIONES DE GABRIEL VARGAS
“Las empresas que auspician este programa, son las empresas a las que les interesa el país”.
¿Les suena conocido?.
Que Bahía es la Capital del Básquet, no cabe duda alguna. Si así no fuese, este proyecto se estaría discutiendo en otra geografía, más allá de los “más de 3000 chicos con un nivel de competencia y de exigencia que seguramente no se conocen en muchos lugares”, a los que alude el intendente: “en Bahía se respira basquet” (frase trillada pero real).
Alguna vez, testeando algún proyecto personal para este deporte, alguien me dijo; “Bahía es el lugar para eso, ¿porqué si querés juntar 10 mecánicos Renault que sepan de básquet, en Bahía… los tenés?". Entonces, cae el primer velo que tapa la cara de la verdad. Bahía no tiene que recuperar ese título, porque no se recupera lo que no se pierde; salvo que aceptemos un criterio resultadista para medir esto.
Los slogan son una herramienta publicitaría cuya fin es vender algo, tangible o intangible, que rara vez son cuestionados por quienes apetecen de comprar lo mejor, lo más barato posible. ¿Cuántos se cuestionan hasta donde es “jugo natural de limón” lo que trae el shampoo, siendo que los alimentos llevan saborisantes artificiales?.
Que bueno sería que los protagonistas aclaren fuera del libreto armado por un equipo de marketing. ¿Cuál es la verdad de sus contradictorias declaraciones?.
Se cuestiona una y otra vez que se le conteste desde la pasión y el sentimentalismo, pero, paradójicamente, apela a ellos recurrentemente con frases como:
“Quiero devolverle a Bahía un poco de lo que me dio”.
“Devolverle a nuestra ciudad su prestigio”.
“Por otro lado, quería generar un espacio para jugadores consagrados, como Espil y Montecchia, para que terminaran su carrera acá”.
Pretende distanciarse de lo material con frases como:
“Podría estar cómodamente sentado en mi casa o ganando mucho más dinero en Europa”.
Una persona en edad productiva rara vez se sienta “cómodamente” en su casa a ver pasar el tiempo.
El mucho dinero en el corto plazo de una carrera deportiva, puede ser poco, comparado con una carrera empresarial sin límites temporales; de hecho una empresa es un bien patrimonial, hereditario y perpetuable.
Donde cabe el basquet y la representatividad de Bahía en: “Weber nos pide excelencia, pero a la vez nos da herramientas y encima podemos aprender”.
Algunas conclusiones:
El nombre no tiene importancia, si el proyecto fuese de Estudiantes, su gente sabría que es Estudiantes y que esa es la manera en que son viables las cosas. Así como existe el proyecto de patrocinar el estadio dando lugar a llamarlo por ejemplo: Estadio “Weber – Dr. O. Casanova”, de paso valga decir, propuesta a la que, por ejemplo, el Consorcio de Gestión del Puerto (presente en el municipio el 24) ni siquiera se tomó el trabajo de acusar recibo.
El problema es que la parcialidad estudiantil, se vio sorprendida y defraudada, porque su actitud y su relato de “los años que lleva pensando este proyecto” y el “saber que no podía ejecutarlo para un club en particular”, y su proceder, difiere de sus dichos durante el transcurso de la temporada pasada, en la que entrenaba con el plantel profesional de la institución.
Sánchez presenta un proyecto, y los políticos y las empresas responden porque comparten su preocupación y compromiso social a futuro, evidentemente como no pudo demostrar estarlo haciendo una institución social sin fines de lucro en 92 años.
Sánchez aclara continuamente que “ya no es más Estudiantes”, para atraer a los otros 27, que nunca fueron anti albos, incluso al punto de decir, que espera que Estudiantes también se sume porque este proyecto es de todos, y mientras se lleva a cabo el desarrollo del mismo, la ABB en una búsqueda desesperada de acomodar el rumbo, se cuestiona si tener DT full time, y como costear esa erogación.
Sánchez vocifera que esto es una “venta encubierta”, exhibiendo una trampa al reglamento de la AdC, que no solo protege los derechos de Estudiantes sino también los de todas las instituciones que costosamente afrontan el recorrido y sus riesgos, y expresa: “y ese librito (de gestión) se lo vamos a poder dar, porque en eso quiero ser muy generoso, a alguien que quiera hacer un equipo de básquet en Mendoza o San Juan” (en Bahía “monopolio”, aunque algunos trasnochados piensen que la Capital del Basquet bien podría tener 2 o 3).
Y tantísimo más, que casi ni vale la pena distraerse en decir, como que casualmente en los medios donde se publican “los comunicados de prensa de 'Weber Bahía' se censure la palabra de los que no opinan a favor del proyecto.
Estudiante se debe una autocrítica, es cierto, pero a mi entender a puertas cerradas, y en su propio beneficio, para crecer. Ya alimentó demasiado el disimulo de las responsabilidades de quienes por estos días, reconocen que hay “materias pendientes”, para con la capital del básquet. A la que sólo el albo -bien, mal o regular- aportó algo en los últimos años.
GABRIEL PEDRO VARGAS
BUENOS AIRES
Nota del editor
¿Hace falta agregar algo más?. Estamos seguros que no. Es todo muy claro.
¿Les suena conocido?.
Que Bahía es la Capital del Básquet, no cabe duda alguna. Si así no fuese, este proyecto se estaría discutiendo en otra geografía, más allá de los “más de 3000 chicos con un nivel de competencia y de exigencia que seguramente no se conocen en muchos lugares”, a los que alude el intendente: “en Bahía se respira basquet” (frase trillada pero real).
Alguna vez, testeando algún proyecto personal para este deporte, alguien me dijo; “Bahía es el lugar para eso, ¿porqué si querés juntar 10 mecánicos Renault que sepan de básquet, en Bahía… los tenés?". Entonces, cae el primer velo que tapa la cara de la verdad. Bahía no tiene que recuperar ese título, porque no se recupera lo que no se pierde; salvo que aceptemos un criterio resultadista para medir esto.
Los slogan son una herramienta publicitaría cuya fin es vender algo, tangible o intangible, que rara vez son cuestionados por quienes apetecen de comprar lo mejor, lo más barato posible. ¿Cuántos se cuestionan hasta donde es “jugo natural de limón” lo que trae el shampoo, siendo que los alimentos llevan saborisantes artificiales?.
Que bueno sería que los protagonistas aclaren fuera del libreto armado por un equipo de marketing. ¿Cuál es la verdad de sus contradictorias declaraciones?.
Se cuestiona una y otra vez que se le conteste desde la pasión y el sentimentalismo, pero, paradójicamente, apela a ellos recurrentemente con frases como:
“Quiero devolverle a Bahía un poco de lo que me dio”.
“Devolverle a nuestra ciudad su prestigio”.
“Por otro lado, quería generar un espacio para jugadores consagrados, como Espil y Montecchia, para que terminaran su carrera acá”.
Pretende distanciarse de lo material con frases como:
“Podría estar cómodamente sentado en mi casa o ganando mucho más dinero en Europa”.
Una persona en edad productiva rara vez se sienta “cómodamente” en su casa a ver pasar el tiempo.
El mucho dinero en el corto plazo de una carrera deportiva, puede ser poco, comparado con una carrera empresarial sin límites temporales; de hecho una empresa es un bien patrimonial, hereditario y perpetuable.
Donde cabe el basquet y la representatividad de Bahía en: “Weber nos pide excelencia, pero a la vez nos da herramientas y encima podemos aprender”.
Algunas conclusiones:
El nombre no tiene importancia, si el proyecto fuese de Estudiantes, su gente sabría que es Estudiantes y que esa es la manera en que son viables las cosas. Así como existe el proyecto de patrocinar el estadio dando lugar a llamarlo por ejemplo: Estadio “Weber – Dr. O. Casanova”, de paso valga decir, propuesta a la que, por ejemplo, el Consorcio de Gestión del Puerto (presente en el municipio el 24) ni siquiera se tomó el trabajo de acusar recibo.
El problema es que la parcialidad estudiantil, se vio sorprendida y defraudada, porque su actitud y su relato de “los años que lleva pensando este proyecto” y el “saber que no podía ejecutarlo para un club en particular”, y su proceder, difiere de sus dichos durante el transcurso de la temporada pasada, en la que entrenaba con el plantel profesional de la institución.
Sánchez presenta un proyecto, y los políticos y las empresas responden porque comparten su preocupación y compromiso social a futuro, evidentemente como no pudo demostrar estarlo haciendo una institución social sin fines de lucro en 92 años.
Sánchez aclara continuamente que “ya no es más Estudiantes”, para atraer a los otros 27, que nunca fueron anti albos, incluso al punto de decir, que espera que Estudiantes también se sume porque este proyecto es de todos, y mientras se lleva a cabo el desarrollo del mismo, la ABB en una búsqueda desesperada de acomodar el rumbo, se cuestiona si tener DT full time, y como costear esa erogación.
Sánchez vocifera que esto es una “venta encubierta”, exhibiendo una trampa al reglamento de la AdC, que no solo protege los derechos de Estudiantes sino también los de todas las instituciones que costosamente afrontan el recorrido y sus riesgos, y expresa: “y ese librito (de gestión) se lo vamos a poder dar, porque en eso quiero ser muy generoso, a alguien que quiera hacer un equipo de básquet en Mendoza o San Juan” (en Bahía “monopolio”, aunque algunos trasnochados piensen que la Capital del Basquet bien podría tener 2 o 3).
Y tantísimo más, que casi ni vale la pena distraerse en decir, como que casualmente en los medios donde se publican “los comunicados de prensa de 'Weber Bahía' se censure la palabra de los que no opinan a favor del proyecto.
Estudiante se debe una autocrítica, es cierto, pero a mi entender a puertas cerradas, y en su propio beneficio, para crecer. Ya alimentó demasiado el disimulo de las responsabilidades de quienes por estos días, reconocen que hay “materias pendientes”, para con la capital del básquet. A la que sólo el albo -bien, mal o regular- aportó algo en los últimos años.
GABRIEL PEDRO VARGAS
BUENOS AIRES
Nota del editor
¿Hace falta agregar algo más?. Estamos seguros que no. Es todo muy claro.
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