OLIMPO, AL HORNO. PERO ES PRIMAVERA Y LA ESTACIÓN ES DE ESPERANZAS, TAMBIÉN EN FÚTBOL

Viene Colón: ganar, sí o sí, es la cuestión. Si no, ¿afuera De Felippe?. Empieza “otro torneo”. Que sea distinto.

La “lectura del fútbol”, hecha desde aquello que fue el “viejo tablón”, más de 60 años atrás ya, raramente resulta equivocada. Porque cuando no hay, no hay, así de extremadamente claro.

Que hoy en día, por aquello del “negocio mediático” que significa el fútbol (los medios ganan siempre, aunque el fútbol pierda), las cosas se presenten de otro modo, siempre complaciente con la dirigencia, con los técnicos y con los jugadores, es otra cosa.

La “filosofía” común, del hombre que vio y siguió viendo, a despecho de derrotas y frustraciones, al equipo que ha querido desde siempre, tiene claro, hoy en día, que el domingo que viene (3 de octubre), empieza “otro torneo” para Olimpo. No es así, en la fría concepción de una competencia de ¡38! fechas de las cuales sólo pasaron ¡8!. Pero que hay un compromiso que puede marcar un punto de inflexión definitivo, es tan claro como que hay instancias que deben cumplirse… y la próxima es una de ellas.

Vendrá Colón de Santa Fe al Carminatti. Y lo hará con nuevo técnico (Fernando Gamboa, uno de los clásicos “recambios”, siempre a mano para un relevo, cuando otro técnico se va) y tras “bajar” nada más y nada menos que a San Lorenzo, el de Ramón (Díaz, ¿qué otro podría ser?), uno de esos “elegidos” (no se sabe bien por qué), a la hora de cubrir alguna dirección técnica notoria, como puede ser la de El Ciclón, siempre en el ojo de la tormenta, por lo que significa el “santo”, uno de los clubes de mayor arraigo en nuestro fútbol.

Entonces, tras una seguidilla de derrotas (6 sobre 8 presentaciones); con un promedio de terror, que lo tiene en descenso directo, con pesada carga, porque del árbol caído todos hacen leña; y tras 9 goles en contra en 3 partidos, claro que nada menos que frente a Boca, San Lorenzo y Vélez, los 3 siempre candidatos, el aurinegro no tiene alternativa. ¡Está al horno!, y no hay mínima duda de que es así. Aunque los “perioledistas” busquen frases elípticas para disimular; aunque Omar De Felippe se la tome con soda para decir que está firme (aquí; en cualquier otro lado ya hubiera hecho “las valijas”); y aunque tras menudear expulsiones (Casais y Villanueva en el Amalfitani; Mosset en el Nuevo Gasómetro), sigan echándole la culpa a los árbitros, factor recurrente, cuando el equipo no funciona; y lo que es peor, hasta su defensa, firme según algunos, hace agua por los cuatro costados.

Alarmante es poco decir. Pero desmintiendo a la “cátedra” (la del hombre del tablón, hoy cemento puro), todos miran para otro lado. No hay delanteros; no hay quien la meta en la red rival y no lo habrá ensaye con quien ensaye el cuerpo técnico; y la pelota vuelve más rápido que bombero, cuando alguno la saca desde atrás; o el uruguayo, sí, Roberto Brum, que le pega a todo lo que se mueva alrededor, la devuelva, así como es él, quitando con todo corazón.

¿Arriba?. Bareiro jugó medio partido y desapareció; Castillón, nada que ver; Delorte, pierde 9 de cada 10; y… nada por aquí, nada por allá.

Olimpo está ante la encrucijada que le presenta la novena fecha. Otros hicieron, por suerte, algo más que el propio equipo, en su beneficio, porque cayeron rivales directos.

¿Hará acaso por las propias, lo que corresponde?. Ojalá. Uno, más de 60 años siguiéndolo consecuentemente, en todos los tiempos y en todos los torneos, curtido para las frustraciones, sabe que mientras vida hay esperanza. ¡Y estamos en Primavera!. ¿Por qué no renovar la ilusión, una vez más?.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Por performances no tan flojas, Colón y Huracán ya cambiaron de técnico desde el inicio del Apertura 2010. Siempre creímos que esta vez -la del tercer ascenso en menos de nueve años- la decisión de darle continuidad al cuerpo técnico campeón de la B Nacional había sido acertada. También la preservación de una base mínima de jugadores, algo así como la "columna vertebral" del equipo, un par de elementos por línea incluído el arquero. Sin embargo, no estamos descubriendo la pólvora ni muchos menos si decimos que no es lo mismo jugar el Ascenso que disputar la permanencia en Primera. Ya se sabe que el sistema de promedios impone a los recién ascendidos aprovechar la primera temporada para hacer un "colchón" de puntos suficiente para respirar tranquilos durante los siguientes dos años. Así fue para OLIMPO en 2002/2003, cuando el equipo dirigido por Julio Falcioni tuvo una excelente campaña en la segunda mitad de la temporada y gracias a ello jugamos tres años más en Primera hasta la debacle refrendada por el impresentable Omar Labruna. Una breve disgresión -aunque no demasiada- al respecto: sabemos perfectamente que técnicos anteriores (Trossero, J.J. López, Saporitti, Goyo Pérez) hicieron campañas aún peores que las del hijo del recordado Angelito, el goleador de la Máquina de River. Pero al juzgar el desempeño del actual técnico del Audax Italiano de Chile no debe perderse de vista el plantel que se puso a su mando. Lo integraban tipos como Lechuga Roa, Chino Garcé, Negro Lucas, Lechuga Maggiolo, Leandro Benítez y otros. Es decir: por falta de convicción acerca de las posibilidades reales de OLIMPO de ganar un campeonato de Primera División (sí, amigos lectores, hubiéramos podido ser campeones en Primera) y sobre todo por no trabajar, por no preparar un par de partidos de la Promoción contra Belgrano de Córdoba, Labruna nos hizo perder la categoría. Pero bueno. Volvamos a este presente de Omar Defelippe, el exitoso conductor del año pasado con "mandato prorrogado" a esta realidad del fútbol grande. A excepción de Diego Galván -quien volvió al aurinegro después de pasar por River, ser campeón de América y jugar la final del mundo con Estudiantes de La Plata y un último paso por Arsenal-, no se contrataron refuerzos de la jerarquía necesaria. Vimos todos los partidos del aurinegro en lo que va del campeonato. "Lo que hay" no está mal parado dentro del campo de juego. Defelippe ha demostrado ser lo suficientemente dúctil como para introducir variantes, tanto personales como tácticas, adaptándose a cómo se dan los distintas instancias y los planteos rivales. El problema es que con "lo que hay", no alcanza. Y la pregunta que se cae de madura es: con la plata que entra al club por el "futbol para todos", no alcanza para traer jugadores de primera, pero de primera en serio? Ya nos ha explicado que los "grosos" no se quieren mover de Bs As. Permítaseme dudar de eso que parece una verdad irrefutable: si los monos por la plata bailan, los futbolistas por la plata juegan. Por qué no querrían venir a Bahía y sí aceptan mudarse a Mendoza (véase el magnífico papel que Godoy Cruz está haciendo desde que ascendió). Entonces, a nuestro real y leal saber y entender, el tema acá es la platita y cómo se la administra. Quedan 11 fechas para hacer lo mejor posible con este plantelito. Y a esperar el receso de verano para que -a menos que el señor Ledo informe a los socios que piensa invertir en obras para refundar el club, que en menos de un mes cumple su primer siglo de gloriosa existencia- lleguen los refuerzos imprescindibles para que sigamos soñando con quedarnos para siempre en Primera. Porque...es mucho pedir obras y trofeos, no? A pesar de mezquindades (cuando no, deshonestidades), aguante OLIMPO, carajo!

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