FELÍZ CENTENARIO, OLIMPO!!!!!

Si uno ha superado ya largamente 60 años atrás de una misma pasión deportiva, que nació casi con el inicio de la vida misma, no puede estar ajeno –participe o no de los festejos que van eslabonándose a través de estos días– al feliz acontecimiento que supone la llegada del primer siglo, que se cumple este viernes (15), del club más grande, lejos, de esta, nuestra ciudad, y sin equívoco, uno de los más importantes de todo el interior del país.

Olimpo, al que nos sentimos entrañablemente unidos, tiene 100 años, nada menos. Y una cuarta generación de la familia, contando en ella al que insufló esa pasión por el oro y negro, tanto en triunfos (incontables) como en sufridas derrotas (las menos), sabe de qué se trata. Si hasta Renata, de chiquitita, supo que atrapante magnetismo han tenido esos colores desde siempre.

Transitábamos la primaria, allá por el ’48 del siglo que se fue, y ya íbamos al viejo estadio, el de las tribunas de madera, que vimos envejecer con el paso del tiempo. Hasta nos tocó definir, hace tiempo y a lo lejos (no sólos claro, pero no estaba COPROSEDE entonces), cuánta gente podría contener ese escenario, en vísperas de un evento de trascendencia mayúscula, con Olimpo como protagonista (¿cuándo no?), siendo responsables de la Dirección de Deportes municipal. Corrían los ’80.

También por esa década, el 17 de diciembre de 1983, le entregamos al club, en nombre del Círculo de Periodistas Deportivos que presidimos por cuatro años, la copa “Carta de Plata”, uno de los trofeos más grandes que el aurinegro recibió en su historia (y luce en sus vitrinas), por ser el mejor, en 40 años del deporte de la ciudad. Y pensar que aún así, se nos ha negado alguna vez la acreditación para trabajar como periodistas en el Carminatti.

Cuando Yugoslavia, campeón del mundo, vino al novísimo “Tomás”, estuvimos allí, trasmitiendo, con equipo propio, aquella victoria resonante de la selección bahiense por 78 a 75.

Pero no es esa la historia, sino la trayectoria sin par de la institución deportiva más prestigiosa de la Bahía Blanca en que vivimos.

La conocimos de la mano del tío Lalo (el de la agencia de José, situada por años a pocos metros del 52 de Sarmiento), olimpiense de ley, de los tiempos de Ighina y Blanco Pereyra.

Supimos de los lauros de aquel equipo histórico, con Coccía; Ochoa y Kliun; Carlos Bualó, León y Urquijo; Eduardo Bualó, Caparrós, Hernández, Ceballos y Río. Pero también de Cassataro, Firmapaz, Corral, Lázaro López, Borello y muchos otros.

Seguimos a otras formaciones de elegidos, en las que estuvieron Bosich, Vicente, Bonjour, Bazerque, Maldonado, Palacio, Schmidt, Cheiles, Depietri, Aletto, el “Bicho” Mosconi y tantos que le dieron lustre, prestigio y victorias a través de los años.

Vimos básquet del mejor, en aquellos duelos locales, como los clásicos Olimpo-Estudiantes de otras épocas, y todavía recordamos, como si fuera hoy, un Olimpo-Obras, en Buenos Aires, cuando el aurinegro estuvo entre los mejores del país.
Podríamos citar, aún olvidando episodios de todo tipo, incontables acontecimientos vividos atrás de la oro y negro: tres apuntes, sin embargo, no pueden sino ser determinantes:

1.- Alguna vez, hace tiempo y a lo lejos, todos, sin excepción, íbamos a disfrutar de la pileta abierta, en los veranos, al lado del estadio. Los 7 de la familia fuimos socios conjuntamente.

2.- Una noche, en la que diluvió, vimos, con Eduardo, Olimpo-Loma Negra, uno de los partidos de la gran historia, que todavía se recuerda y que será imborrable.

3.- Una tarde noche, la del 27 de diciembre de 2001, disfrutamos, con Mariano, de la epopeya inigualada que llevó a Olimpo, por vez primera, a la Primera A del fútbol de AFA.

Entre medio de todo eso, hay un cúmulo de imágenes que nos asocian con Olimpo y su historia irrepetible. Como que ahora, vamos con Renata al Carminatti de cemento.

Por eso… y por tantas cosas más: ¡¡¡FELIZ CENTENARIO, OLIMPO!!!.

Luis María Serralunga

FOTO

Renata, muy chiquitita, pero ya hincha de Olimpo, junto a Eduardo, fanático desde siempre.