OLIMPO ARRANCÓ CON UN NOTABLE TRIUNFO
En el Carminatti, el “oro y negro” derrotó al "Taladro" por 2 a 1. Víctor Lopez puso en ventaja a Banfield; igualó David Vega, con un golazo; y desniveló Carlos Salom, a los 45 minutos de la segunda etapa.
Alguna vez tenía que darse. Incluso, contra todos los pronósticos. Porque el fútbol, que siempre da revancha, tiene eso. A veces, impensadamente, se da aquello que es, justamente, inesperado. Ocurrió este sábado (12), en el Carminatti.
Porque la cosa, que arrancó bien, no siguió de la misma manera. Olimpo tuvo oportunidades para abrir el marcador, en el inicio. No lo consiguió. Después, se jugó en medio de una lluvia torrencial y molesta, que arreció por momentos y que hizo que el campo se tornara difícil de transitar. Con pelota rápida, como suele ocurrir en esos casos. Y con el público, estoico por cierto (y al que debería prestársele alguna vez la atención que nunca se le dispensa) guareciéndose de cualquier manera del agua que caía sin mengua.
Aún así, el 0 a 0 con el que los protagonistas se fueron a vestuarios daba razón de ser a la esperanza de un complemento para lograr el objetivo: sumar 3 puntos de movida, ante Banfield, para tonificar ánimos.
Pero, sobre llovido, mojado. A los 3 minutos de la segunda etapa, en una de esas jugadas desafortunadas que nunca faltan (y que siempre hacen mella en los planteos aurinegros), Víctor López la metió en la red de Laureano Tombolini. Baldazo de agua fría, por si hiciera falta. Y a empujar, desde atrás en el marcador.
No se amilanó, eso sí, el olimpiense. Luchó y luchó, con más esfuerzo que luces. Y quizás en ese empeño estuvo lo más rescatable de una formación que “puso lo que hay que poner”, como a veces lo pide la tribuna.
Por eso, llegó la igualdad, con un golazo estremecedor, con el que Damián Vega puso su sello, que es una mezcla, rara por cierto, de buen manejo de la pelota y de una decisión superlativa al momento de aprovechar las ocasiones.
Y con el i a 1 en el tanteador, todo fue empuje y ganas, que hicieron caso omiso a la lluvia que seguía, inoportuna, pero a la que protagonistas y aficionados dejaron de lado, como pudieron, para disfrutar, al final, de esa otra conquista, la de final, en los pies de Carlos Salom, para generar el delirio de las tribunas y el abrazo eufórico de los jugadores en prieto grupo en la cancha.
Así, fue 2 a 1, para Olimpo, en la lluviosa y por momentos fría tarde del segundo sábado de febrero. Para alentar una esperanza que dejará de lado los desaciertos de la pretemporada.
Se fue la primera fecha, para el aurinegro, con una victoria de esas que sirven, más allá de los 3 puntos.
El Clausura 2011 no podía tener mejor apertura para el oro y negro. A no engañarse, sí: nada será fácil de aquí en más, para trepar en una cuesta muy empinada que requiere elementos de los que no se dispone. Y que no siempre pueden suplantarse como ocurrió este sábado (12) ante el Taladro.
SINTESIS DE UNA OPORTUNA VICTORIA
Olimpo (2): Laureano Tombolini; Eduardo Casais, Marcelo Mosset, Nicolás Bianchi Arce y Federico Domínguez; Marcelo Ricci (65 minutos, Carlos Salom), Juan Manuel Cobo y David Vega; Martín Rolle; Néstor Bareiro (57 minutos, Julio Furch) y Ezequiel Maggiolo (87 minutos, Juan Pablo Schefer). Director técnico: Omar De Felippe.
Banfield (1): Enrique Bologna; Julio Barraza (82 minutos, Santiago Ladino), Mauro Dos Santos, Víctor López y Marcelo Bustamante; Marcelo Quinteros, Ariel Rosada, Julián Guillermo y Diego De Souza (77 minutos, Gabriel Méndez); Jorge Achucarro (66 minutos, Jonatan Gómez) y Cristian García. Director técnico: Sebastián Méndez.
Los goles: en el segundo tiempo, a los 3 minutos, Víctor López (Banfield); a los 18 minutos, Damián Vega (Olimpo); y a los 45 minutos, Carlos Salom (Olimpo).
Amonestados: Bareiro, Mosset y Salom, de Olimpo; y García, Guillermo y Quinteros, de Banfield.
Arbitro: Germán Delfino (mal).
Estadio: Carminatti.
Alguna vez tenía que darse. Incluso, contra todos los pronósticos. Porque el fútbol, que siempre da revancha, tiene eso. A veces, impensadamente, se da aquello que es, justamente, inesperado. Ocurrió este sábado (12), en el Carminatti.
Porque la cosa, que arrancó bien, no siguió de la misma manera. Olimpo tuvo oportunidades para abrir el marcador, en el inicio. No lo consiguió. Después, se jugó en medio de una lluvia torrencial y molesta, que arreció por momentos y que hizo que el campo se tornara difícil de transitar. Con pelota rápida, como suele ocurrir en esos casos. Y con el público, estoico por cierto (y al que debería prestársele alguna vez la atención que nunca se le dispensa) guareciéndose de cualquier manera del agua que caía sin mengua.
Aún así, el 0 a 0 con el que los protagonistas se fueron a vestuarios daba razón de ser a la esperanza de un complemento para lograr el objetivo: sumar 3 puntos de movida, ante Banfield, para tonificar ánimos.
Pero, sobre llovido, mojado. A los 3 minutos de la segunda etapa, en una de esas jugadas desafortunadas que nunca faltan (y que siempre hacen mella en los planteos aurinegros), Víctor López la metió en la red de Laureano Tombolini. Baldazo de agua fría, por si hiciera falta. Y a empujar, desde atrás en el marcador.
No se amilanó, eso sí, el olimpiense. Luchó y luchó, con más esfuerzo que luces. Y quizás en ese empeño estuvo lo más rescatable de una formación que “puso lo que hay que poner”, como a veces lo pide la tribuna.
Por eso, llegó la igualdad, con un golazo estremecedor, con el que Damián Vega puso su sello, que es una mezcla, rara por cierto, de buen manejo de la pelota y de una decisión superlativa al momento de aprovechar las ocasiones.
Y con el i a 1 en el tanteador, todo fue empuje y ganas, que hicieron caso omiso a la lluvia que seguía, inoportuna, pero a la que protagonistas y aficionados dejaron de lado, como pudieron, para disfrutar, al final, de esa otra conquista, la de final, en los pies de Carlos Salom, para generar el delirio de las tribunas y el abrazo eufórico de los jugadores en prieto grupo en la cancha.
Así, fue 2 a 1, para Olimpo, en la lluviosa y por momentos fría tarde del segundo sábado de febrero. Para alentar una esperanza que dejará de lado los desaciertos de la pretemporada.
Se fue la primera fecha, para el aurinegro, con una victoria de esas que sirven, más allá de los 3 puntos.
El Clausura 2011 no podía tener mejor apertura para el oro y negro. A no engañarse, sí: nada será fácil de aquí en más, para trepar en una cuesta muy empinada que requiere elementos de los que no se dispone. Y que no siempre pueden suplantarse como ocurrió este sábado (12) ante el Taladro.
SINTESIS DE UNA OPORTUNA VICTORIA
Olimpo (2): Laureano Tombolini; Eduardo Casais, Marcelo Mosset, Nicolás Bianchi Arce y Federico Domínguez; Marcelo Ricci (65 minutos, Carlos Salom), Juan Manuel Cobo y David Vega; Martín Rolle; Néstor Bareiro (57 minutos, Julio Furch) y Ezequiel Maggiolo (87 minutos, Juan Pablo Schefer). Director técnico: Omar De Felippe.
Banfield (1): Enrique Bologna; Julio Barraza (82 minutos, Santiago Ladino), Mauro Dos Santos, Víctor López y Marcelo Bustamante; Marcelo Quinteros, Ariel Rosada, Julián Guillermo y Diego De Souza (77 minutos, Gabriel Méndez); Jorge Achucarro (66 minutos, Jonatan Gómez) y Cristian García. Director técnico: Sebastián Méndez.
Los goles: en el segundo tiempo, a los 3 minutos, Víctor López (Banfield); a los 18 minutos, Damián Vega (Olimpo); y a los 45 minutos, Carlos Salom (Olimpo).
Amonestados: Bareiro, Mosset y Salom, de Olimpo; y García, Guillermo y Quinteros, de Banfield.
Arbitro: Germán Delfino (mal).
Estadio: Carminatti.
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