OLIMPO LLORA A SU PRESIDENTE: MURIÓ JORGE LEDO
Seguramente, se lo recordará por siempre. Como pocos, o nadie en rigor, le dedicó buena parte de su vida a Olimpo, que fue su pasión. Con aciertos y errores, como sólo ocurre con los que hacen. Porque, de eso también hay certeza, no se habla de quienes no hacen, sólo por no equivocarse.
Tuvo, eso sí, un particular estilo: el de los que deciden por sí mismos; arriesgan, porque tampoco se hace historia de los timoratos.
Habrá algo que nadie discutirá, aún desde la “vereda de enfrente”: hizo, y mucho; y fue aquel que sacó al club aurinegro de su etapa más crítica, institucionalmente hablando, y tras repechar una dura cuesta “lo subió” a la máxima categoría del fútbol argentino; y lo devolvió a ella, hecho histórico, cada vez que la adversidad deportiva lo hizo caer.
Puso el alma y todo su coraje, en el Olimpo que condujo como presidente, acercándose ya, tras el centenario de la entidad, a casi dos décadas, signadas por su sello inconfundible.
Lo criticamos muchas veces, desde esta misma columna. Nunca negamos, aún así, que fuera, inequívocamente, el único, sí, capaz de manejar el duro compromiso de sostener su presencia en lo más alto de una de las plazas más competitivas y jerarquizadas del fútbol del mundo. Si eso no es importante…
Su trayectoria, lo ubica, sin duda, en ese podio, del oro y negro, en el que siempre tuvieron su lugar Domingo Ighina y Roberto Carminatti.
Jorge Eduardo Ledo, a los 68 años, se fue en la madrugada de este viernes (8), se diría, como para estar a la altura del Olimpo que soñó “muy arriba”, tanto como su tenacidad lo hizo posible. Dejó un vacío, que será muy difícil de cubrir, sin duda. En pocas horas más, en la distante Santa Fe, seguramente, el equipo profesional le rendirá homenaje, jugando el fútbol de alto nivel que desde siempre ha distinguido al olimpiense. Nos adherimos y está bien hacerlo.
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