RIVER ES EL TERCER "GRANDE" EN DESCENDER

Por Claudio Quiroga, Agencia Télam.

River Plate se convirtió, este domingo (26), en el tercer club "grande" en descender de categoría, luego de San Lorenzo de Almagro, en 1981 y Racing Club, en 1983.

San Lorenzo descendió en el Metropolitano de 1981, al perder con Argentinos Juniors, 1 a 0, en la última fecha. Terminó penúltimo con 28 puntos y bajó de categoría con Colón de Santa Fe. El Ciclón volvió a la primera división en 1982 al ganar el campeonato de la Primera B.

Racing se fue a segunda división en el Metropolitano de 1983, al caer con su clásico rival, Independiente, 2 a 0, en la última jornada. Finalizó último en la tabla de promedios y descendió con Nueva Chicago.

La Academia tardó dos años en regresar al círculo privilegiado: en 1984 perdió la final del octogonal por el segundo ascenso, con Gimnasia y Esgrima La Plata; y un año después ganó la serie decisiva ante Atlanta.

San Lorenzo descendió por la muy mala campaña en el Metropolitano 1981 (bajaron los dos últimos en la tabla de posiciones) y Racing por los promedios del descenso que se inauguraron en 1983, pero que por entonces se calcularon al dividir la suma de los puntos obtenidos en el Metropolitano de 1982 y el de 1983 por dos (el número de torneos considerados).

Tanto en 1981 como en 1983 las unidades asignadas eran dos por triunfo, en lugar de las tres que se concedieron a partir de la temporada 1995/96.

110 AÑOS DE GLORIA Y UN DÍA DE TRISTEZA INFINITA

River Plate, el club más ganador en la historia de los torneos del fútbol argentino, nacido una fecha patria (el 25 de mayo de 1901), junto con Boca Juniors el más grande del país, sumó, este domingo (26), la página más triste de su larga y gloriosa historia con el descenso a la Primera B Nacional.

Lo hizo, curiosamente, a 15 años exactos de uno de sus momentos más brillantes: la obtención de la Copa Libertadores de 1996, con un triunfo por 2-0 sobre el América de Cali en el Monumental.

Será, la próxima temporada, la primera en la que no jugará en la máxima división, la única que conocía desde la llegada del profesionalismo, en 1931.

En esa escueta lista quedaron ahora sólo el propio Boca e Independiente (Godoy Cruz y Arsenal de Sarandí nunca descendieron desde que accedieron a la A del fútbol nacional, pero lo de ambos es historia reciente).

River llegó a Primera en 1908, siete años después de su fundación y todavía en la era del amateurismo, y desde entonces en su camino fue acumulando gloria. Por logros institucionales e individuales.

En un repaso rápido de su historia aparecen decenas de nombres: Angel Labruna, Adolfo Pedernera, Norberto Alonso, Enzo Francescoli, Juan Manuel Moreno, Néstor Raúl Rossi, Enrique Omar Sívori, Luis Artime, Delem, Oscar Más...

Y en la lista asoman del mismo modo Daniel Passarella y Juan José López, presidente y director técnico hoy mismo, en la caída.

La Máquina, los 33 campeonatos locales, la Copa Libertadores del 86, la del 96, la Intercontinental del 86 ante el Steaua Bucarest, la Supercopa del 97 con el chileno Marcelo Salas, el estadio Monumental como escenario de hazañas y gestas, los "Millonarios".

Tanta es la grandeza que no hace falta una memoria profunda para el recuerdo de apellidos y hechos salientes; y tampoco para lo que fueron sus épocas más tristes, como los 18 años sin títulos y las dos Libertadores perdidas, la del 66 ante Peñarol (desde donde surgió el apodo de "gallinas"), la del 76 con Cruzeiro de Brasil.

La sucesión de imágenes fue, este último domingo de junio de 2011, el compendio previo a la tristeza infinita: River jugará la próxima temporada en la B Nacional. Esto también es historia.