OLIMPO NO TUVO GOL Y OTRA VEZ PERDIÓ DOS PUNTOS EN SU CASA
Fue 1 a 1 ante Instituto y sigue
tercero.
El fútbol, como todas las
cosas en el inexorable paso del tiempo, cambió. Totalmente, sobre todo si el
punto de referencia (cuando empezamos a ir a la vieja cancha de Colón y Brunel)
se ubica 65 años atrás.
LA SINTESIS
Leonardo Gil: un golazo tempranero que no alcanzó |
Sin embargo -pese a las
tácticas; los esquemas; y la preparación física envidiable- hay algo que no se
modificó para nada: para ganar, hay que “meter” la pelota en el marco del
rival, alguna vez más que el oponente. Si son muchas, esas ocasiones, mucho
más.
No obstante, y esa es otra
verdad, no basta para eso el buen jueguito del medio campo y ni siquiera la
recuperación que hagan los volantes. Siempre, siempre, el destino final tiene
que ser la red del otro equipo.
No lo sabe Walter Perazzo; no
lo saben los jugadores de Olimpo. Y por aquello de que los goles que no se
hacen se sufren después en la propia valla, el partido de este lunes (6), en el
Carminatti, terminó 1 a
1.
Tempranamente el aurinegro
(corrían 6 minutos) se puso en ventaja, con un golazo de Leonardo Gil, de tiro
libre. Incluso, después ejerció el dominó y tuvo, cuanto menos, un par de
oportunidades. O más. Las desperdició todas porque carece (desde inicios del
torneo) de un goleador, de esos de raza, que sepa embocarla, sin que importe
demasiado si es después de alguna jugada brillante.
El aurinegro, que ganando
superaba a Gimnasia y Esgrima La
Plata , no quiso o no supo “cerrar el partido” y en el
complemento se alternaron las buenas y las malas. Podría decirse, incluso, que
hubo cierta displicencia, como si estuviera repitiéndose aquella primacía
manifiesta del 27 de diciembre de 2001, ante “La Gloria ”, cuando con los
goles de Ceferino Díaz (2); José Zelaya (1) y Mauro Laspada (1), Olimpo liquidó
a Instituto y consiguió el ascenso a la primera división de AFA.
Esta vez, el elenco local
volvió a desnudar sus carencias y dilapidó, nuevamente, la oportunidad de
acercarse y superar a los “triperos”.
En la fecha, trigésima segunda
del campeonato de la Primera
B Nacional, todos jugaron para Olimpo. Menos el propio
Olimpo. Y eso es serio, casi lamentable.
¡Ah!. Allá por el año ’48,
cuando empezamos a ver a Olimpo, en el viejo escenario con tribunas de madera,
adentro, en el rectángulo de juego, había quienes, además de calidad, ponían lo
que hay que poner para ganar.
Olimpo (1): Nereo
Champagne; Adrián Martínez, Iván Furios, Néstor Moiraghi y Cristian Villanueva;
Marcelo Vega (85 minutos, Fernando Gutiérrez), Damián Musto, Leonardo Gil y
Matías Soto Torres (75 minutos, David
Vega); Gustavo Bou y Juan Ignacio Sánchez Sotelo (62 minutos, Nahuel Benítez).
Suplentes: Darío Capogrosso, Ezequiel Parnisari, Gonzalo García y Jonathan Blanco.
Director técnico: Walter Perazzo.
Instituto (1): Julio
Chiarini; Fabián Coronel, Cristian Báez, Martín Zbrun y Franco Canever;
Federico Vismara y Mauro Bellone (69 minutos, Pablo Burzio); Gonzalo
Piermarteri (61 minutos, Maximiliano
Barreiro), Marcos Aguirre y Gonzalo Bazán (78 minutos, Cristian Bernardi); y
Santiago Biglieri. Suplentes: Matías Vega, Roberto Floris, Federico Martorell y
Maximiliano Correa, Director técnico:
Frank Kudelka.
Los goles: en el primer
tiempo, a los 6 minutos, Leonardo Gil
(Olimpo), de tiro libre; y en el segundo tiempo, a los 41 minutos, Pablo Burzio (Instituto).
Amonestados: Musto, Gil,
Villanueva y Moiraghi, de Olimpo; y Bazán, Biglieri, Coronel y Canever, de
Instituto.
Arbitro: Andrés Merlos.
Estadio: Roberto
Carminatti.
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