¿REBELIÓN EN LA GRANJA?
Mariano Arzuaga, presidente del club El Nacional (foto bajada de su muro) |
Seguramente, habrá –siempre
los hay– quienes digan que el mero titular ya es una exageración. Allá ellos,
incluyendo los “opinólogos” (que los hay en profusión) que sostendrán, a propósito,
aquello, pregonado a ultranza y por décadas, sobre que primero está la ABB (Asociación Bahiense de
Básquetbol, por si alguien no identifica la sigla) y después los clubes (¿puede haber una entidad de segundo grado sin que existan primero las que vayan a integrarla?).
Esa postura es más o menos
igual que pretender que, en una construcción, primero (antes que las columnas y
las paredes incluso) se haga el techo.
Lo cierto es que, tras el
anuncio de incorporar el básquetbol al desarrollo de la Copa Patagonia
2014, apareció el octogenario (quienes leen este blog saben que no mencionamos
su nombre) quejándose; y quejándose mal, con una falta de propiedad que es
inadmisible.
A ver: supuestamente (no
sabemos si es tan así), el club El Nacional, propulsor de ese evento deportivo
de no poca trascendencia, decidió sumar el deporte de los cestos, emblemático
por cierto en la ciudad, a su ya clásica
programación.
Y convocó a una reunión a clubes locales que serían invitados a
participar: Olimpo, Estudiantes, Napostá y Villa Mitre, entidades con tradición
“basquetbolera”, que se sumarían al anfitrión (El Nacional) y a la presencia,
para que la jerarquía sea internacional, de un seleccionado de primera división
de Canterbury (Nueva Zelanda).
Seguramente, anoticiado de la
iniciativa, el titular de la ABB no se ha percatado de una buena porción de las
declaraciones del presidente de El Nacional, Mariano Arzuaga. El dirigente
señaló que se conversó (entre los asistentes al encuentro) de hacer partícipe a
la ABB, para que intervenga en la copa. Se habló de hacer clínicas, invitando a
técnicos extranjeros y del país, según se hizo referencia.
En el proyecto, ambicioso por
cierto, no se descartó la necesidad de otros respaldos; y se cifró confianza en
que Bernardo Stortoni, subsecretario de Deportes de la MBB, estará muy cerca de
la iniciativa.
La réplica, desde el
“¿mandamás o mandamenos?” de 9 de Julio 62, no se hizo esperar. Pero ¡mal!,
encima, aunque no pueda sino esperarse una reacción de ese tipo.
“Nos cayeron muy mal las
declaraciones de El Nacional, porque hablan de hacer algo para lo cual no tienen
el aval de la asociación”, dijo el principal directivo de la casa del
básquetbol.
Agregó, desubicado total, que
apoyaremos todo lo relacionado con el básquet, pero no vamos a respaldar una
reunión clandestina” (en alusión a la llevada a cabo en la entidad de “la
quinta”).
¿Cómo; qué?. Ciertamente parece mentira que al octogenario
se le haya ocurrido expresarse de tal forma.. ¿Desde cuándo, alguien (como es
el caso de El Nacional), debe “pedir permiso” para invitar gente a su casa?.
Que promovieron una reunión
puertas afuera de la asociación; que fuimos ignorados completamente; que
deberían haber avisado mediante una nota formal, fueron expresiones contenidas en
la crítica.
Pero hay un lado “bueno”, si
se quiere, en todo esto, y es el interrogante que parece haberse formulado el
declarante: ¿nosotros para qué estamos?. Esto último, que puede aparecer como
un “acto fallido”, no hace sino traslucir algo que, quizás, empiece, de una vez
y para todas, a encaminar el cambio que hace falta.
Desde hace mucho, todo incide
mucho más que las posturas de la ABB. Aferrarse a un reglamento, si lo hubiere,
sólo por entender que un club ha “ninguneado” a la asociación, pone en clara
evidencia que los tiempos han superado ya largamente ciertas actitudes.
Habría que preguntarse cuántos
de los 21 clubes afiliados a la ABB están de acuerdo con lo dicho por el que
hasta ahora (y desde hace demasiados años) cree ser dueño de la verdad
absoluta, sólo desde la prohibición, impropia, como la de este caso.
Faltan 7
largos meses para el evento que pretende incorporar al básquetbol. Suficientes
para cubrir todos los aspectos de organización y cumplimiento de normas.
Si este en apariencia polémico
tema permite abrir el camino hacia la renovación que las épocas exigen,
¡bienvenido sea!.
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