DE OTROS TIEMPOS

Un Olimpo-Boca, pero de 27 años atrás.

Fue el 18 de mayo de 1986. Domingo soleado, en época de otoño, casi siempre la mejor estación del año en la bahía.

Manuel Alberto Cheiles
Desde muy temprano, el móvil rojo de Cruz del Sur, nuestra pequeña empresa periodística, anduvo transitando las calles de la ciudad, para LU3 Radio del Sur.

Objetivo primario: entrevistar a viejas glorias de Olimpo (aquel imbatido campeón de los certámenes liguistas y siempre postulante en los viejos regionales).

La ocasión lo ameritaba: a la tarde, en el también viejo estadio de Avenida Colón y Angel Brunel, estaría nada más y nada menos que Boca Juniors, en cotejo por los puntos, y vaya si eran importantes, de la Luguilla Pre-Libertadores de ese entonces.

Una semana antes, xeneizes y aurinegros, habían terminado 1 a 1 en la mítica Bombonera.

Y el bahiense, acostumbrado a los triunfos, tenía la gran oportunidad de clasificar en su casa.

El “clima” se vivió desde temprano, porque aquello (en otros tiempos claro) no era ni por asomo el de ahora, con profusión de medios y la gran ventaja de la tecnología que acerca distancias… y las emisiones del “fútbol para todos y todas” que, aún con sus falencias, permite ver casi a diario a equipos que, antes, sólo eran perceptibles muy de tanto en tanto.

La mañana se fue más rápido que corriendo, visitando casas de algunos históricos del Olimpo de antes: José Hernández y Julio Caparrós, entre los que puedo recordar ahora, porque las imágenes se han ido borrando con el paso de los años. 

Ambos, eran algo así como testimonios de una época dorada, aquella que seguimos, desde niños, de la mano de “Lalo” (José Reinaldo Serralunga), tío y padrino mío, de quien viene la herencia aurinegra y académica. 

El, era, desde los ’40 y los ’50, un referente del oro y negro, junto al los recordados Domingo Ighina y José Blanco Pereyra. No sólo era “plateísta”; era mucho más… y tan así es la cosa que, este sábado (6), hace pocas horas, me lo recordada un fervoroso seguidor de Olimpo, que fue dirigente en los ciclos de Roberto “Pipa” Migliorini.

Puedo evocar, sí, nítidamente, de aquel 18 de mayo de 27 años atrás, a la fila india del plantel aurinegro, caminando por la Avenida Colón, junto a Abel Da Gracca, su técnico. 

Entonces hice notas, porque, periodista al fin, desde décadas antes, era conocido y un poco más para aquellos jugadores que hacían las delicias en el verde césped del estadio de siempre. 

Por eso, se me aparece como una ironía que, continuando en la actividad de toda mi vida, no pueda “estar acreditado” para seguir a este Olimpo de Primera División. Pero… así es el presente, saturado de "opinólogos".

De lo poco que ha quedado reservado en ciertos archivos, con posibilidades de errores de acción y omisión, tengo presentes algunos nombres de aquel partido que finalmente ganó Boca, por 3 a 2, cuando la definición estaba casi cantada para ir a los penales.
Raúl Daniel Schmidt

Olimpo: Domínguez; Torres, Florit, Stach, Cheiles; Suárez, Rotondi, Depietri; Oviedo, Schimdt (Favret) y Palacio (Basualdo) Director técnico: Da Gracca.

Boca Juniors: Gatti, Abramavich, Higuaín, Pasucci (Sánchez), Bordet; Staffuzza, Krasouski, Melgar, Gracián; Rinaldi y Hoyos (Scalise) Director técnico: Zanabria.

Los goles aurinegros, si no lo tengo mal entendido, fueron convertidos por Depietri, a los 19 minutos; y Stach, a los 83. Torres (2) y Rinaldi, para los boquenses, que ganaron en suplementario. Dirigió esa vez Francisco Lanolina.

Un dato no menor es que Boca ganó la liguilla, al superar a Newell’s Old Boys de Rosario en la final.

Un apunte más: la tarde de aquel memorable partido, Eduardo (20 años entonces), mi hijo mayor, participó de la emisión que, para La Voz del Comahue, hizo el “legendario” Néstor Francisco Radivoy, el mejor relator, por lejos, que hubo por aquí y un poco más lejos también.

Son sólo recuerdos, es cierto. Pero es que, a ciertas edades, eso perdura como para convertirse en presente. Lo de este domingo (8), en el “nuevo” Carminatti, revive, como la Primavera que llega, esas inolvidables vivencias del tiempo que se fue…


Luis María Serralunga  

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Hermoso recuerdo. Me emocioné, como tantas otras veces al leer tus blogs. Hice vestuarios, el visitante, y le hice una nota al "Loco" Gatti. Qué emoción, qué privilegio. Hoy no estaré en la cancha. Aquella cancha - o aquel "El Gran" estadio- ya no existe. Tampoco están más los jugadores, que aunque se llevaran sus mangos, dejaban el alma en la cancha por el Aurinegro. Hoy son todos aves de paso. Igual, confiamos en una victoria de OLIMPO, porque los colores -los de la camiseta, que son los que llevamos en la sangre- serán siempre los mismos. AGUANTE OLIMPO. Gracias, papá. Fdo.: Eduardo Serralunga
LA TRASTIENDA DE BAHÍA ha dicho que…
Muy a las perdidas recuerdo aquel "móvil" hecho entrevistando glorias del Olimpo más ganador de todos los tiempos. Había conocido y tratado, muy joven aún, a esos mismos que tuve el privilegio de reportear aquel 18 de mayo de 1986. El periodismo era otro, como la vida misma y los protagonistas eran los entrevistados, no los entrevistadores, como sucede ahora, en que se la pasan compitiendo para ver quien vio más a uno equipo u otro.
Además, por aquellas épocas, los jugadores aurinegros sabían quien los reporteaba (ahora deben decir nombre, apellido y medio para el cual trabajan, para que los identifiquen. Recuerdo bien aquella intervención tuya para la trasmisión de Radivoy.
Esa jornada fue premonitoria. Tiempo después, tuve la oportunidad de reflejar la euforia de la calle y la gente, en ocasión del Mundial maravilloso que ganó Argentina de la "mano", nunca tan bien utilizada por el Diego, que hizo ese golazo que todavía hoy conmueve, antes del título mundial. Aquel ciclo con el móvil rojo se cerraría, de alguna manera, con la intervención más valiosa de mi trayectoria periodística, el 7 de abirl de 1987, con la cobertura de la visita de Juan Pablo II, imborrable recuerdo.

Luis María Serralunga

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