OLIMPO EN SITUACIÓN LÍMITE TRAS CAER ANTE ROSARIO

Sin alternativa: Perazzo, ¿se va sólo o lo echan?.


Es imposible sustraerse a tanta adversidad y tanta hipocresía, que van juntas.

Olimpo perdió, este sábado (7), ante Rosario Central, por 3 goles a 1.Eso podría ser sólo un resultado, un hecho común de un evento deportivo; uno gana; otro pierde; algunas veces, hay empate. Nada del otro mundo, porque se trata de un juego.

Cuando esas mismas circunstancias se repiten, una y otra vez, ya no es una mera casualidad. Y es lógico prestar atención a algunas causas.

Olimpo hizo una pretemporada. No consiguió todo un éxito. Sin embargo, el “vulgo” (öpinólogos” primeros que todos) prefirió refugiarse en la obtención de la Copa Ciudad de Bahía Blanca, un cuadrangular que se jugó en el Carminatti, después de más de tres décadas sin torneos de esa naturaleza.

Antes de eso, o paralelamente según se entienda, el aurinegro sumó 13 “refuerzos”. El encomillado (“) está señalado porque por refuerzos, en el verdadero sentido de la expresión, debería entenderse  (salvo para Walter Perazzo que parece no saberlo) traer gente que solidifique una estructura equidista; y no se convierta sólo en sumar jugadores.

Mientras ese operativo se desenvolvía (extrañamente los “nuevos” llegaron casi todos en la pretemporada marplatense), el DT, bajo otra acepción disimulada por la dirigencia, optaba por desprenderse de jugadores que en algún momento se agregaron con visión de futuro (habría que saber a qué se refería en su momento el entrenador).

El ejemplo emblemático, en ese sentido, fue el de Ezequiel Vidal, figura de la casa, que aún con idas y vueltas, se fue a Independiente. Pero hubo otros casos, como los de Joaquín Susvielles y José Lincopán, con algunos más, de los que Olimpo prescindió (bajo el pretexto de que consiguieran rodaje en otros lugares y/o divisionales).

El detonante mayor, quizás, de todas mayores, fue el pase de  Leonardo Gil, el “colorado” que tan buen rendimiento la dio al oro y negro, que se fue buscando mejores aires (y buena y merecida proyección) a Estudiantes de La Plata.
Quizás, aunque parezca paradójico, en la columna del “debe” hubo sí una buena.

En eso de que algunos se vayan, fue un acierto que lo hicieran Miguel Borja y Mauricio Cuero, que le agregaron un “menos 10 más” a lo que fue el pasaje por el Torneo de Transición que marcó el final de la época de certámenes cortos. La presencia de los colombianos fue, por cierto, un episodio olvidable.

Lo que no puede sino quedar en la memoria de la equivocada política seguida desde Sarmiento 52 es que en su momento, sin encontrar relevos adecuados, se fueran Dylan Gissi, Damián Musto, Ezequiel Cerutti y Pablo Lugüercio, entre otros. Agustín Vuletich fue otro de los que llegaron “para el futuro” y nunca tuvo la oportunidad real que Perazzo debió asignarle.
  
Hay un ejemplo más para citar, aunque distante ya en el tiempo y con otras connotaciones: el alejamiento de Gustavo Bou. Si fue por una razón u otra, adjudicables o no al técnico Perazzo, no anula una verdad insoslayable. El jugador, enrolado ahora en el campeón Racing, pasó por aquí y también se fue. ¿Acierto, no?.
 
Todo esto, en prieto resumen (habría mucho más para decir), tiene mucho que ver con la realidad que, en estos momentos, inquieta a todos aquellos que son fieles seguidores del equipo más grande en la historia del fútbol de aquí; el que, por lo demás, ha alcanzado ubicarse entre los más granado de una de las plazas futboleras más importantes del mundo.

Decíamos, en la previa del partido de este sábado (7), en el Carminatti, si podría ser la última chanca para Perazzo. Antes de la mitad del primer tiempo, un zapatazo de Juan Manuel Cobo, a unos 25 metros del arco de Caranta, pareció desmentir esa apreciación.

Sin embargo, lamentablemente, no fue así. Se dice que “una golondrina no hace verano”. Un gol, no es diferencia como para garantizar nada, aún cuando se juegue de local.

En rigor, el primer tiempo olimpiense alentó la posibilidad de que accediera a un resultado favorable.

Bastó, sin embargo, que apareciera Marco Ruben al iniciarse el complemento (a los 2 minutos) y que repitiera a los 12, para borrar la buena imagen de la primera etapa, cuando incluso la presencia de Alex Bolaños, una de las “cartas” del esta vez vestido de gris, hizo presumir algo distinto.

La caída en el nivel del equipo, tras la ventaja del “canalla” desnudó todas las falencias locales. Y para colmo de males, puso en evidencia el descontento manifiesto de los simptizantes, hartos ya de la “nada”.

Los cambios ensayados por el DT no dieron resultados; apenas Nereo Champagne superó la medianía y evitó una goleada mayor. Néstor Moiraghi volvió a hacer una de las suyas (además tuvo un pobrísimo desempeño) y la ilusión del comienzo trocó en otra derrota.

Ya empieza a hablarse de promedios, no tanto para suponer un descenso al término de este largo camino de las 30 fechas, pero sí como alerta para el siguiente certamen, cuando los números –si no se mejora- estarán a la orden del día.

Al término del partido, hubo roces entre algunos espectadores, rápidamente controlados. Después, Perazzo evitó el contacto con la prensa. ¿Supondrá el adiestrador que eso supera el mal momento acaso?.

Las que seguirán serán, sin duda, horas de definiciones. Si Perazzo no adopta la actitud de reconocer que ya no maneja al plantel y da un paso al costado deberá ser la dirigencia para la que proceda. Más claro, ¡agua!. 

Central sumó su cuarta victoria y es puntero del torneo.

Rosario Central sumó la cuarta victoria consecutiva en el campeonato 2015 de primera división, que lidera en forma invicta con puntaje ideal (12), tras ganarle a Olimpo, 3-1 en el estadio Roberto Carminatti, este sábado (7), con tres goles de Marco Ruben.

El delantero logró su “hat trick” en la segunda parte, a los 2, 12 y 37 minutos. Olimpo, que suma apenas un punto y ocupa el último escalón, se puso en ventaja con un tanto del mediocampista Juan Manuel Cobo a los 18 minutos del primer período.

El conjunto dirigido por el “Chacho” Eduardo Coudet se llevó tres puntos de aquí, en forma justa, en un partido que lo tuvo como protagonista a Ruben, que con tres goles fue el jugador que marcó la diferencia y dejó a los rosarinos al tope de la tabla.

Rosario Central está en soledad en la cumbre del certamen, aunque con un encuentro más jugado, seguido por Boca Juniors y Estudiantes, que jugaban este domingo (8), con Colón en Santa Fe;  y San Lorenzo en La Plata, el lunes  (9), respectivamente.

El partido lo definió el "canalla" en la segunda etapa, cuando en forma tempranera (2m.) Ruben fue oportuno; recogió un preciso pase de Franco Cervi; y definió sin inconvenientes.

De allí en más fue todo de Central que superó la baja producción del primer tiempo y así Ruben aumentó el marcador a los 12m. y puso un sello de calidad a los 37, cuando se fue solo hacia el arco local y ante la salida del arquero  Champagne le picó la pelota sobre su cuerpo.

En la próxima fecha Rosario Central recibirá a Temperley, mientras que Olimpo visitará a Crucero del Norte en Posadas, Misiones.

LA SÍNTESIS DE UN NUEVO FRACASO

Olimpo (1): Nereo Champagne; Adrián Martínez, Exequiel Parnisari, Néstor Moiraghi y Cristian Villanueva; Hernán Encina (77 minutos, Joel Amoroso), Alex Bolaños  (62 minutos,  Joel Acosta), Juan Manuel Cobo y Matías Porcari (68 minutos, Jacobo Mansilla); Gonzalo Klusener y Nicolás Royón. Director técnico: Walter Perazzo.

Rosario Central (3): Mauricio Caranta; Pablo Alvarez, Yeimar Gómez Andrade, Alejandro Donatti y Cristian Villalba, Franco Cervi, Damián Musto, Fernando Barrientos (45 minutos, Gustavo Colman) y José Luis Fernández; Franco Niell (76 minutos, César Delgado) y Marco Ruben. Director técnico: Eduardo Coudet.

Los goles: en el primer tiempo, a los 18 minutos, Cobo, para Olimpo; y en el segundo tiempo, a los 2, 12 y 37 minutos, Marco Ruben, para Rosario Central.  

Amonestados: Encina y Villanueva, de Olimpo; y Barrientos, Alvarez y Caranta, de Central.

Expulsado: a los 38 minutos del segundo tiempo, Moiraghi, de Olimpo.

Arbitro: Federico Beligoy.


Estadio: Roberto Carminatti.

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