DIRECCIÓN DE DEPORTE Y TURISMO: EN LOS '80, FUE UNA NUEVA ESTRUCTURA MUNICIPAL
Ciertos periodistas negaron las razones para su creación.
No pocos dirigentes ignoraron todo lo hecho.
Noviembre tiene algunas particularidades, sobre todo cuando avanzan los tiempos. Imborrable es el recuerdo del fin de curso del año ’59, cuando el secundario, en el Colegio Don Bosco, pasó a ser etapa cumplida, con un cúmulo de recuerdos. Andando los años se reactualizarían, con su carga de emociones (ver aparte).
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Noviembre fue, por el ’81 un mes imposible de olvidar. El 11, un sábado, cerca del mediodía, el viejo complejo Las Tres Villas (levantado, como estadio, en los ’50) fue escenario de la puesta en marcha de la Dirección de Deporte y Turismo de la Municipalidad de Bahía Blanca.
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Hubo un inusual acto, tratándose, como era, de la creación de una nueva estructura en el organigrama comunal. Pero fue atípica porque concentró a dirigentes de las disciplinas deportivas de la ciudad y no poco periodismo.
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En lo personal nos tocó asumir la conducción de esa dependencia. No faltó quien –buscando avales que no tenía; es decir, apoyándose en la presencia de otros circunstantes- se quejara, sólo 48 horas después, al intendente, don Víctor Julio Mario Puente, de recordada y excelente gestión al frente del gobierno de la ciudad, por la designación.
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Don Víctor, a quien era muy difícil cambiarle decisiones, porque las tomaba después de un concienzudo análisis de cada situación, respondió tajantemente mostrando sólo una carpeta con antecedentes. Uno, desde sus propios sentimientos, no podía sino agradecer tan terminante respaldo.
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No faltó tampoco, andando los meses, quien, desde lo periodístico, ordenara una nota, interrogando sobre si se justificaba, en Bahía Blanca, la creación de la mencionada dirección. Mala leche, le dirían ahora. En realidad, uno y otro, periodistas ambos, la tuvieron siempre, respecto de lo que uno hizo (y por supuesto que ellos no).
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Hubo ocasiones, innumerables por otra parte, para demostrar las razones que no sólo justificaron sino que respaldaron plenamente el por qué de la nueva dirección, en una ciudad deportiva por excelencia.
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Pero no vamos a enumerar aquí los hechos, que los archivos no permiten disimular. Fueron muchos, eso sí. Y efectivos.
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No había terminado el acto evocado y ya estuvieron, sobre el tapete, las primeras urgencias. Y las siguientes. Así por dos años completos, hasta diciembre de 1983.
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Un tiempo después, cuando se inauguró la pista de atletismo en Las Tres Villas, uno de los funcionarios de turno, tuvo la nobleza de reconocer que, ese escenario fue cimentado sobre una iniciativa impulsada durante nuestra gestión.
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Hubo quienes, eso sí, se permitieron olvidar que cierta estructura dedicada al fútbol infantil, tuvo su base en lo hecho durante los Juegos de Verano del ’82, con el estadio de Agustín de Arrieta 1001, iluminado expresamente para esos eventos.
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Hubo quienes, también, olvidaron intencionadamente, cuánto se hizo para permitir que, con apoyos ciertos, se reconstruyera el gimnasio del club Estrella, destruido por un tornado en una aciaga jornada del ’82.
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Hubo quienes, con igual criterio, ignoraron cuánto apoyo, en subsidios, se lograron en ocasión de alguna visita gubernamental, coincidente con la Primera Fiesta Nacional del Básquetbol, en mayo de 1983.
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Gracias a la dirección creada por el intendente Puente, Bahía Blanca tuvo la Fiesta Provincial de los Estudiantes, camino de la Fiesta Nacional de San Salvador de Jujuy. Se hizo aquí y en la región, por años y con todo éxito.
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Alguna vez, hace tiempo y a lo lejos, funcionó la Dirección de Deporte y Turismo en el ámbito de la Municipalidad de Bahía Blanca. Extrañamente para algunos. Con antecedentes, con ganas y con acción, estuvimos allí.
No pocos dirigentes ignoraron todo lo hecho.
Noviembre tiene algunas particularidades, sobre todo cuando avanzan los tiempos. Imborrable es el recuerdo del fin de curso del año ’59, cuando el secundario, en el Colegio Don Bosco, pasó a ser etapa cumplida, con un cúmulo de recuerdos. Andando los años se reactualizarían, con su carga de emociones (ver aparte).
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Noviembre fue, por el ’81 un mes imposible de olvidar. El 11, un sábado, cerca del mediodía, el viejo complejo Las Tres Villas (levantado, como estadio, en los ’50) fue escenario de la puesta en marcha de la Dirección de Deporte y Turismo de la Municipalidad de Bahía Blanca.
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Hubo un inusual acto, tratándose, como era, de la creación de una nueva estructura en el organigrama comunal. Pero fue atípica porque concentró a dirigentes de las disciplinas deportivas de la ciudad y no poco periodismo.
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En lo personal nos tocó asumir la conducción de esa dependencia. No faltó quien –buscando avales que no tenía; es decir, apoyándose en la presencia de otros circunstantes- se quejara, sólo 48 horas después, al intendente, don Víctor Julio Mario Puente, de recordada y excelente gestión al frente del gobierno de la ciudad, por la designación.
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Don Víctor, a quien era muy difícil cambiarle decisiones, porque las tomaba después de un concienzudo análisis de cada situación, respondió tajantemente mostrando sólo una carpeta con antecedentes. Uno, desde sus propios sentimientos, no podía sino agradecer tan terminante respaldo.
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No faltó tampoco, andando los meses, quien, desde lo periodístico, ordenara una nota, interrogando sobre si se justificaba, en Bahía Blanca, la creación de la mencionada dirección. Mala leche, le dirían ahora. En realidad, uno y otro, periodistas ambos, la tuvieron siempre, respecto de lo que uno hizo (y por supuesto que ellos no).
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Hubo ocasiones, innumerables por otra parte, para demostrar las razones que no sólo justificaron sino que respaldaron plenamente el por qué de la nueva dirección, en una ciudad deportiva por excelencia.
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Pero no vamos a enumerar aquí los hechos, que los archivos no permiten disimular. Fueron muchos, eso sí. Y efectivos.
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No había terminado el acto evocado y ya estuvieron, sobre el tapete, las primeras urgencias. Y las siguientes. Así por dos años completos, hasta diciembre de 1983.
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Un tiempo después, cuando se inauguró la pista de atletismo en Las Tres Villas, uno de los funcionarios de turno, tuvo la nobleza de reconocer que, ese escenario fue cimentado sobre una iniciativa impulsada durante nuestra gestión.
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Hubo quienes, eso sí, se permitieron olvidar que cierta estructura dedicada al fútbol infantil, tuvo su base en lo hecho durante los Juegos de Verano del ’82, con el estadio de Agustín de Arrieta 1001, iluminado expresamente para esos eventos.
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Hubo quienes, también, olvidaron intencionadamente, cuánto se hizo para permitir que, con apoyos ciertos, se reconstruyera el gimnasio del club Estrella, destruido por un tornado en una aciaga jornada del ’82.
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Hubo quienes, con igual criterio, ignoraron cuánto apoyo, en subsidios, se lograron en ocasión de alguna visita gubernamental, coincidente con la Primera Fiesta Nacional del Básquetbol, en mayo de 1983.
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Gracias a la dirección creada por el intendente Puente, Bahía Blanca tuvo la Fiesta Provincial de los Estudiantes, camino de la Fiesta Nacional de San Salvador de Jujuy. Se hizo aquí y en la región, por años y con todo éxito.
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Alguna vez, hace tiempo y a lo lejos, funcionó la Dirección de Deporte y Turismo en el ámbito de la Municipalidad de Bahía Blanca. Extrañamente para algunos. Con antecedentes, con ganas y con acción, estuvimos allí.
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