¿HASTA CUÁNDO PERAZZO?

Walter Perazzo: ¿cuándo se gana?.
Pasó la décima fecha del Torneo Inicial 2013 de la Primera A de AFA. Los números, que no mienten, denuncian claramente una realidad. Olimpo  consiguió sólo 7 puntos sobre 30 puestos en juego. Un poquito más que el 20 por ciento. Tiene el peor promedio (0.700); y sólo Raicng está por debajo en la tabla de posiciones, ya que reúne 2 unidades. Desastre, el académico.

Esta relación tiene algo que ver.

En este lunes (7) -inmediatamente después de la derrota ante Atlético Rafaela (2 a 0)- Carlos Ischia, el técnico racinguista, decidió dar el paso al costado. No era para menos, aún llevando sólo cinco partidos en el cargo. La Academia no es un lugar como para perdurar sin resultados. 

Tras la actitud del entrenador, la respuesta del flamante presidente de esa entidad, Víctor Blanco, recién asumido, no se hizo esperar. Y dejó que se vaya. No había otra.

Es que el propio adiestrador dijo entender que “el plantel no le respondía”. También, admitió no sentirse con fuerzas para seguir. Terminante; digno.

En Olimpo, las cosas, globalmente, no van bien en fútbol: último en los promedios para el descenso en primera división profesional; derrotado una vez tras otra en la tercera; y último cómodo, en el acumulado del torneo local, con serio riesgo de perder la categoría (esta vez en la cancha).

Por si eso fuera poco, durante y después del partido ante el “Pincha”, menudearon las protestas (y los insultos) hacia el técnico y el propio plantel, que no jugó a nada.

Una circunstancia ¿aleatoria?, minimizó, quizás, un eventual desenlace. Cuando se iba el cotejo, Matías Sarulyte embocó una y fue empate. 

Entonces, el aurinegro “salvo”, el invicto en el Carminatti. Para las estadísticas, de esas que usan los “opinólogos” para fundamentar su complacencia  (por los negocios afines), fue bastante. Si se analiza bien, seguramente no es así.

La igualdad resultó apenas un paliativo, después de 90 minutos en los que el equipo transitó sin rumbo por la cancha y no tuvo, siquiera, el respaldo, desde el banco, de oportunos cambios que modificaran la cosa.

Observar el juego fue como retrotraerse a un fútbol de potrero pero mal, con gente corriendo sin orden ni ideas detrás de una pelota, a los empujones (a veces) o anodinamente (otras).

Lo más triste de todo es que, después, como si no hubiera pasado nada, Walter Perazzo volvió a insistir en el trabajo de la semana (algo redundante ya) y para nada en la posibilidad de dar un paso al costado.

O bien el técnico (que, dicen, hace lo suyo en los entrenamientos) no alcanza a “hacerse entender” (qué quiere y cómo llevarlo a la práctica); o el plantel no está para la Primera A, pues incluso algunas figuras relevantes antes (en la B) ya no lo son ahora. Y les falta “alma” (¿actitud le llaman?) para sobreponerse a la adversidad. No se admite, caso contrario, que sólo ante Boca Juniors (en el resonante 3 a 0) haya jugado como la gente desea y espera.

Como todo tiene un límite razonable, la crítica se hizo sentir, esta vez, desde una hinchada que no suele reprobar las actuaciones del aurinegro.

¿Entonces?. Se vienen dos compromisos afuera, donde Olimpo no ha rescatado puntos: el primero, ante Vélez Sarsfield, en el Amalfitani; y el segundo, frente a Gimnasia y Esgrima, en La Plata.

Hasta lo que se sabe, no ha habido, desde Perazzo, ningún indicio que modifique el cuadro de situación. Tampoco, desde la dirigencia.


El ejemplo de Racing (Ischia se fue y lo dejaron ir) puede servir como punto de referencia. A la vuelta de las salidas ante los velezanos y los triperos, puede ser demasiado tarde para revertir algo. Quizás deba esperarse, antes, algún atisbo de solución, aunque cueste…   

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