¿HASTA CUÁNDO PERAZZO?
Walter Perazzo: ¿cuándo se gana?. |
Esta relación tiene algo que
ver.
En este lunes (7)
-inmediatamente después de la derrota ante Atlético Rafaela (2 a 0)- Carlos Ischia, el
técnico racinguista, decidió dar el paso al costado. No era para menos, aún
llevando sólo cinco partidos en el cargo. La Academia no es un lugar
como para perdurar sin resultados.
Tras la actitud del
entrenador, la respuesta del flamante presidente de esa entidad, Víctor Blanco,
recién asumido, no se hizo esperar. Y dejó que se vaya. No había otra.
Es que el propio adiestrador
dijo entender que “el plantel no le respondía”. También, admitió no sentirse
con fuerzas para seguir. Terminante; digno.
En Olimpo, las cosas,
globalmente, no van bien en fútbol: último en los promedios para el descenso en
primera división profesional; derrotado una vez tras otra en la tercera; y
último cómodo, en el acumulado del torneo local, con serio riesgo de perder la
categoría (esta vez en la cancha).
Por si eso fuera poco, durante
y después del partido ante el “Pincha”, menudearon las protestas (y los
insultos) hacia el técnico y el propio plantel, que no jugó a nada.
Una circunstancia ¿aleatoria?,
minimizó, quizás, un eventual desenlace. Cuando se iba el cotejo, Matías
Sarulyte embocó una y fue empate.
Entonces, el aurinegro
“salvo”, el invicto en el Carminatti. Para las estadísticas, de esas que usan
los “opinólogos” para fundamentar su complacencia (por los negocios afines), fue bastante. Si
se analiza bien, seguramente no es así.
La igualdad resultó apenas un
paliativo, después de 90 minutos en los que el equipo transitó sin rumbo por la
cancha y no tuvo, siquiera, el respaldo, desde el banco, de oportunos cambios
que modificaran la cosa.
Observar el juego fue como
retrotraerse a un fútbol de potrero pero mal, con gente corriendo sin orden ni
ideas detrás de una pelota, a los empujones (a veces) o anodinamente (otras).
Lo más triste de todo es que,
después, como si no hubiera pasado nada, Walter Perazzo volvió a insistir en el
trabajo de la semana (algo redundante ya) y para nada en la posibilidad de dar
un paso al costado.
O bien el técnico (que, dicen,
hace lo suyo en los entrenamientos) no alcanza a “hacerse entender” (qué quiere
y cómo llevarlo a la práctica); o el plantel no está para la Primera A , pues incluso
algunas figuras relevantes antes (en la
B ) ya no lo son ahora. Y les falta “alma” (¿actitud le llaman?)
para sobreponerse a la adversidad. No se admite, caso contrario, que sólo ante
Boca Juniors (en el resonante 3
a 0) haya jugado como la gente desea y espera.
Como todo tiene un límite
razonable, la crítica se hizo sentir, esta vez, desde una hinchada que no suele
reprobar las actuaciones del aurinegro.
¿Entonces?. Se vienen dos
compromisos afuera, donde Olimpo no ha rescatado puntos: el primero, ante Vélez
Sarsfield, en el Amalfitani; y el segundo, frente a Gimnasia y Esgrima, en La Plata.
Hasta lo que se sabe, no ha
habido, desde Perazzo, ningún indicio que modifique el cuadro de situación.
Tampoco, desde la dirigencia.
El ejemplo de Racing (Ischia
se fue y lo dejaron ir) puede servir como punto de referencia. A la vuelta de
las salidas ante los velezanos y los triperos, puede ser demasiado tarde para
revertir algo. Quizás deba esperarse, antes, algún atisbo de solución, aunque
cueste…
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