DE MÁS DE 50 AÑOS ATRÁS: CON RECUERDOS Y HOMENAJES…
Del softbol de otros tiempos...
Luis María Serralunga: pitcher en Cruz del Sud primero y en Villa Mitre después. |
Hubo una vez en que, casi 60 años atrás, en la
entrañable, por entonces, esquina de Thompson y España, “creamos” el club
atlético y recreativo Cruz del Sud. En el diario, ese grupito, el de los sueños
de la primera juventud, aparecía con frecuencia, en la enunciación,
pormenorizada, de sus actividades. Lo favorecía, más allá de mi original
ligazón con el matutino, como cronista volante de deportes (así se lo llamaba),
la presencia allí de don Quinto Astolfi, quien le daba curso a las gacetillas
que yo escribía y las publicaba, con títulos de cuerpo 18, según recuerdo.
Pero la historia era otra. Un buen día, después
de mucho tiempo jugando básquet y fútbol (independiente; no federado),
decidimos hacer softbol. Y así anduvimos, con mucho esfuerzo, equipándonos de los
elementos necesarios para incorporarnos a los torneos de la Asociación
Bahiense.
Luchamos y ocupamos un lugar, que recordarán
los memoriosos de la época. No sobresalimos, es cierto, porque alternamos
buenas y malas (más de estas últimas que de las otras), pero cumplimos el
objetivo, de hacer deporte federado (sumamos atletismo y voleibol en la misma condición, después). Y
algo aportamos, como dirigentes, en aquellos tiempos en que las cosas no eran
tan fáciles como parecen serlo ahora.
Pero hubo otro momento: con equipo acostumbrado
a la competencia, ocurrió que un amigo, José Martínez, el más grande dirigente
que tuvo esa entidad, me propuso llevar el softbol a Villa Mitre, el tricolor.
Y dejamos la indumentaria celeste del Cruz del Sud
de nuestros sueños, para ir a jugar a Maipú y Necochea. ¡Quién lo hubiera
pensado”. Nos dieron todo y un poco más…
Así Fue que en la villa empezó a surgir una
disciplina deportiva muy distinta a la que se acostumbraba por aquella populosa
barriada, casi única podría decirse en esta ciudad.
Y jugamos, con algunos más conocidos, como lo
fueron Jorge y Carlos Chaz, Jorge Ranilla, Jorge Barreneche y Julio Calcinaro…
y otros, que no cito porque correría el riesgo de olvidar a muchos de ellos.
No olvido, pero no lo nombro, a quien recibió
un equipo con todo resuelto: con prestigio institucional innegable;
equipamiento; instalaciones y muchos más. Hizo todo lo contrario a aquello que
supimos afrontar con aquel equipo celeste del barrio. Y mucho después, algún
ente tuvo el tupé, incomprensible, de asignarle una distinción totalmente
impropia.
Me retiré tempranamente, porque obligaciones
familiares primero; y periodísticas después, ocuparon mi tiempo. Pero creo
haber dejado los cimientos de una incorporación no menor a la historia del softbol
de la Bahía.
Pasaron los años, muchos, como que fueron más
de 50, pero mantengo intactos los buenos recuerdos. Los asocio, como homenaje
al espíritu generoso que volcamos a un deporte que signó nuestra juventud. Lo
particularizo en Los Yankees, aquellos “naranjas”, que fueron rivales en la
divisional de ascenso; que resultaron múltiples campeones después; y que, por
sobre todas las cosas, hicieron un culto de la amistad. Ese era el softbol que,
como columnista deportivo, tuve el honor de impulsar (aunque la gran mayoría lo
haya olvidado) en el recordado “Detrás del Home” que escribí por años…
OTRO SI DIGO
Tengo presente –y no puede ser de otro modo– el
esfuerzo de antes y la consecuencia de ahora, de dos personas que hicieron
mucho y bien: Néstor Postilla y Osvaldo Paciarotti. A ellos, mi reconocimiento.
Comentarios
Beto "Mandrake" Cabrera tuvo su primer acercamiento al basquet -el juego emblemático de la ciudad y en el que él llegó a ser el mejor de país, sino de toda sudamérica- en el club Cruz del Sud, del barrio en el que ambos se criaron (porque "Beto" era del barrio, ¿no?). Que de la mano del Capitán Martínez hayas jugado sóftbol en el tricolor te coloca en los dos extremos del "espinel" del deporte bahiense. Fanático de Olimpo desde tu más tierna infancia (semilla que sembró otro "José" -como Martínez- pero en este caso "Lalo" Serralunga, mi tío abuelo, tu padrino) y jugador de "la villa". Siempre discuto la condición de "clásico" del enfrentamiento entre Olimpo y Villa Mitre, un invento de los ´90 e inclusive de periodistas ajenos a la realidad de nuestra ciudad, quienes muy probablemente hayan conocido a ambas instituciones ya en tiempos del hiperprofesionalismo del fútbol. ¿Acaso no fue el mismo José Martínez, siendo presidente de Villa Mitre, quien te dijo en una nota que "Olimpo es el único club de Bahía que está en condiciones serias de trascender con éxito los límites de Bahía Blanca"? De tu obra en la gestión pública municipal -que tuvo más detractores que puntales, porque "si la envidia fuera tiña, cuántos tiñosos habría en Bahía"- destaco haber convertido un potrero abandonado en el complejo deportivo "La Tres Villas". Y recuerdo particularmente ésto porque a ese lugar lo transformaste en un complejo polideportivo trabajando codo a codo con algunos obreros municipales, sin distinción de cargos ni jerarquías. Y después, esos mismos a los que diste trato de compañeros de trabajo, te negaron como Pedro a Jesús. Pero eso ¿qué importa ya? Si con más de 60 años HACIENDO, seguís haciendo. Podría decir mucho más -como que Jorge Ledo (que nació un 7 de febrero y de cuya muerte se cumplieron ayer 5 años) siendo presidente del Olimpo que alcanzó el cenit del fútbol nacional, escuchó tus críticas con respeto por tu condición de periodista e hincha incondicional del glorioso aurinegro. Bueno. Nada más por ahora. Orgullosas felicitaciones, Papá.
Luis María...